El impacto negativo de la implementación del cobro de 47 dólares a los turistas que llegan vía cruceros a las costas de Quintana Roo (Cozumel y Mahahual) a partir de julio está generando que las navieras busquen otros puertos en el Caribe, advirtió Francisco Madrid Flores, director del Centro de Investigación Avanzada y Sostenibilidad (Starc, por sus siglas en inglés), de la Universidad Anáhuac.
“Personalmente creo que debe haber un pago de los pasajeros de cruceros por la visita a los destinos mexicanos y que una buena parte de ese dinero se debería quedar en esos mismos destinos”, dijo. Sin embargo, y toda vez que en los primeros 10 meses del año, el gasto medio de un pasajero en crucero en los destinos mexicanos ha sido de 81 dólares, parece un exceso un pago de más del 50% de dicha cantidad por concepto de este Derecho.
Precisó que serían 47 dólares, no 42, de acuerdo con el cálculo de los 880 pesos señalados en la Ley y la conversión está realizada con el tipo de cambio del paquete económico, es decir, 18.50 por parte del Gobierno Federal para el 2025. Adicional a ello, serían los cinco dólares que negoció el Gobierno de Quintana Roo con la asociación de empresas navieras en Estados Unidos y que se aplicará a partir de enero de 2025.
Consideró que uno de los destinos a donde podrían redirigirse los cruceros, en lugar de llegar a Cozumel o Mahahual, sería Bahamas, que hoy es un competidor muy relevante, y las navieras tienen capacidad de redirigir sus barcos a otras rutas como mecanismo de presión.
Recordó que en la Ley Federal de Derechos del 2000 se consideró un cobro similar y al final se echó para atrás por la presión de las navieras.
En tanto, la presidenta del Consejo Coordinador Empresarial en Cozumel, Carmen Joaquín Hernández, enfatizó que este cobro es un sinsentido, “si vienes por mar, pagas; si vienes por tierra, no pagas”. Cozumel es uno de los destinos más populares para los cruceros, y el impacto de este impuesto podría ser considerable. “En Quintana Roo, los cruceros representan el 40% de nuestro PIB. En Cozumel recibimos alrededor de 5 millones de cruceristas al año. Hay cosas en las que somos primer lugar en México que vale la pena cuidar”, comentó.
A pesar de los desafíos, la presidenta de CCE Cozumel señaló que será difícil revertir la decisión. Una de las preocupaciones principales de Joaquín Hernández es el impacto que el impuesto a los cruceros en México tendrá sobre la infraestructura local, ya que Cozumel es una isla con carencias de servicios básicos. “Si no retorna nada, no sólo es Cozumel, sino que también la calidad de vida de los habitantes no mejorará”, advirtió.
JGH