En municipios de las zonas centro y sur de Quintana Roo todavía se llevan a cabo espectáculos que involucran animales, como es el caso de las corridas de toros y las peleas de gallos, a pesar de que la Ley de Bienestar Animal del estado señala su prohibición; sin embargo, los pobladores de las comunidades no han querido apegarse a la ley y continúan defendiendo estos eventos.
Cabe mencionar que este tema lleva mucho tiempo sobre la mesa, debido a que los organizadores de corridas de toros y de peleas de gallos se niegan a aceptar la prohibición; aunado a que la Procuraduría de Protección Animal (PPA) ha clausurado muy pocos eventos, en comparación con los que se realizan cada mes en las comunidades de los municipios de Othón P. Blanco, Bacalar, Felipe Carillo Puerto, Tulum, José María Morelos y Lázaro Cárdenas.
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Galleros piden una nueva legislatura que retome la Ley de Protección y Bienestar Animal
Sólo durante el pasado mes de diciembre, se llevaron a cabo diversas fiestas patronales en las que se ofrecieron espectáculos con animales, los cuales incluso fueron presentados como parte principal de las celebraciones.
Por otro lado, la Asociación de Galleros de Quintana Roo ha expresado que esperan a que el Congreso del Estado inicie el siguiente periodo ordinario de sesiones para acercarse a los legisladores en busca de que se elimine la prohibición de las corridas de toros y las peleas de gallos.
Mientras que el comisario ejidal de la comunidad El Naranjal, de José María Morelos, también mostró su reticencia ante la Ley de Protección Animal, argumentando que las corridas de toros conllevan implicaciones culturales y económicas, toda vez que son parte de las tradiciones ancestrales que conforman la cultura maya, además de que existen alrededor de 500 familias que generan sus ingresos mediante estos espectáculos.
En contraparte, también la organización Animal-Life Quintana Roo también ha manifestado que se mantiene firme para que no se modifique la ley, y anticipó que sus miembros están preparados para movilizarse en caso de que los legisladores cedan a las peticiones de los toreros y galleros. Asimismo, desmintió que estos espectáculos formen parte de la cultura maya, pues son tradiciones que se adoptaron en el estado tras la llegada de migrantes de la zona norte del país, pues aquí no se practicaba nada de eso.