Quintana Roo

Mujeres indígenas, una de las poblaciones más marginadas y afectadas por la violencia de género

En Quintana Roo, el 70.4 % de las mujeres de 15 años y más han sufrido violencia a lo largo de su vida, una cifra superior al promedio nacional, que es del 70.1 %.
La ENDIREH informó que el 70.4% de damas del estado experimentó alguna agresión / Erick Romero

Aunque apenas hace un par de días, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró al 2025 como el Año de la Mujer Indígena, este sector de la población sigue siendo de los más afectados por la violencia de género, en todas sus etapas, principalmente a menores, pero incluso a personas de la tercera edad.

Según la quinta edición de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), en Quintana Roo, el 70.4 % de las mujeres de 15 años y más han experimentado violencia a lo largo de su vida, una cifra superior al promedio nacional, que es del 70.1 %.

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En 2024, el número de emergencia 911 recibió más de 15 mil llamadas reportando casos de violencia contra mujeres, menores y, en menor medida, hombres.

De esos 15 mil casos, se levantan denuncias ante la Fiscalía General del Estado (FGE), pero en la mayoría de las ocasiones, las víctimas desisten de continuar con el proceso. Se estima que alrededor del 61 % de los casos dan inicio a carpetas de investigación.

El número real de casos de violencia familiar podría ser mayor, especialmente en las zonas habitadas mayoritariamente por población indígena.

Según datos del Centro Integral para la Atención de la Mujer (CIAM), tres de cada 10 mujeres que son víctimas de violencia por parte de sus parejas continúan con sus denuncias, mientras que el resto decide abandonar el proceso y regresar con el presunto agresor.

Esta situación se debe a la presión social, la falta de recursos económicos y, principalmente, al temor de continuar con los procesos judiciales. Las costumbres prevalentes en los municipios de la zona maya provocan que las víctimas “normalicen” las agresiones como parte de la dinámica familiar.

La violencia contra las mujeres, según la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se define como “cualquier acción u omisión, basada en su género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte, tanto en el ámbito privado como en el público.”

La organización busca reconocer su importancia y preservar la cultura. / Erick Romero

Dentro de los grupos indígenas, las mujeres, que constituyen alrededor de 51 por ciento, son las más afectadas por la discriminación, ya que, a los motivos de exclusión por su condición indígena, como pueden ser la religión o costumbres, se agregan situaciones de violencia y exclusión por razones de género.

La exclusión política, social y económica de las mujeres indígenas contribuye a una situación permanente de discriminación estructural, que las vuelve particularmente susceptibles a diversos actos de violencia.

En Quintana Roo, 204.9 mil personas de 3 años y más hablan alguna lengua indígena, representan 11.7 % de la población: 108.3 mil (52.9 %) son hombres y 96.6 mil mujeres (47.1 %).

Felipe Carrillo Puerto 

 Las mujeres indígenas de la comunidad Dzulá ven con buenos ojos la declaración de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de considerar el 2025 como el Año Internacional de las Mujeres Indígenas, ya que representa una oportunidad de empoderamiento para fortalecer el desarrollo de las localidades donde residen, señaló Carmita Tamay.

Esta designación tiene como objetivo reconocer y resaltar la importancia de las mujeres indígenas en la preservación de la diversidad cultural y lingüística, así como su contribución a la sostenibilidad ambiental y al desarrollo de sus comunidades.

La ONU señaló que las mujeres indígenas enfrentan desafíos únicos, como la discriminación, la violencia y exclusión, que afectan su bienestar y sus derechos humanos. Busca visibilizar la situación y los desafíos que enfrentan, además de promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres indígenas.

Además de fomentar la participación y la representación de las mujeres en la toma de decisiones y en la gestión de los recursos naturales, se busca apoyar la preservación de la cultura y la identidad indígena.

A lo largo del año, se llevarán a cabo diversas actividades y eventos para celebrar y promover el Año Internacional de las Mujeres Indígenas, como conferencias, exposiciones, festivales culturales y campañas de sensibilización.

En varias localidades del municipio son quienes activan la economía de la zona / Luis Cauich

Al respecto, la líder natural de la localidad Dzulá, Carmita Tamay, quien ha participado en diferentes encuentros de comunidades indígenas en varios puntos del país, señaló que “esta declaratoria es fabulosa para las mujeres de nuestras comunidades, ya que representa el reconocimiento del trabajo que se ha venido haciendo y, además, de los obstáculos que hemos tenido que superar para lograr el empoderamiento”.

Además, indicó que en las comunidades indígenas aún queda mucho por hacer por las mujeres, quienes tienen el derecho de participar en las diferentes actividades que se organizan e incluso de llevar las riendas de un pueblo.

Mientras tanto, la maestra Guadalupe Koyoc, promotora deportiva con mujeres indígenas en diferentes localidades, hizo referencia a que “en las comunidades indígenas, hoy en día las mujeres han decidido sobresalir y empoderarse mediante el deporte, una situación que no se había dado, y ahora vemos la gran participación de las mujeres en estas actividades”.

Agregó que se han tenido que superar obstáculos, pero ha habido un gran avance en estas actividades con las mujeres de las comunidades indígenas, quienes ahora están dispuestas a seguir adelante, con el apoyo de sus familias.

Además, enfatizó que “como mujeres debemos ser una familia trabajadora, empoderada e indígena, que ha estado luchando por hacerse un lugar, ya que ha sido más discriminada solo por hablar su lengua, por su vestimenta y color de piel. Por lo tanto, se requiere valorar lo que somos en nuestro territorio en su totalidad”.

José María Morelos

 Las mujeres indígenas de las comunidades del municipio son las más dinámicas y activadoras de la economía de esta zona, porque están involucradas en todas las actividades productivas, pero nunca aparecen como tales. La prueba de ello es que, cuando llegan apoyos a los ejidos, estos sólo los reciben hombres y, en muy raras ocasiones, se les otorgan a ellas, y únicamente en su calidad de artesanas, como si se dedicaran exclusivamente a esa actividad, señalaron Juanita Poot Pat y María Cimé Xicum, emprendedoras de esta localidad.

Manifestaron que, como hablantes de la lengua maya, todos los días buscan avanzar con su propio esfuerzo, ya sea trabajando en los huertos de traspatio, criando animales en casa, colaborando en la milpa, elaborando artesanías o trabajando en la medicina tradicional.

María Cimé Xicum, ganadora de la Medalla al Mérito de la Mujer Indígena “María Petrona Uicab” 2023, expuso que las originarias de las comunidades mayas están progresando gracias a su dinamismo y empeño en el trabajo, en actividades como la horticultura, artesanías, práctica de la medicina tradicional, apicultura y labores del campo.

Indicó que la contribución de las mujeres mayas a la economía de sus pueblos ha sido poco visibilizada por los Gobiernos, pues señaló que ellas han recibido muy pocos apoyos en comparación con los que reciben los productores.

Dijo que, hasta la fecha, persiste una actitud machista en las instituciones gubernamentales encargadas de apoyar la producción en el campo, ya que aún se considera al varón como la única persona dedicada al trabajo y la que contribuye a la economía de su familia y comunidad.

Personas reclamaron que sólo son usadas como propaganda en campañas electorales / Luis Cauich

Juanita Poot Pat, representante de la unidad de riego de la parcela “Jesús Martínez Ross”, de José María Morelos, comentó que las mujeres de las comunidades mayas se dedican más al trabajo, pero pocas personas valoran lo que ellas hacen.

Añadió que todo el tiempo están buscando generar ingresos, ya sea a través del comercio o de la actividad productiva en sus parcelas o solares, pues la mujer maya no espera que el marido le dé su “gastada”, como se dice, sino que ellas todo el tiempo están involucradas en el trabajo. Sin embargo, reconoció que, pese a ello, el Gobierno casi no les da apoyos, porque aún no se les ve como aportadoras en la economía de sus comunidades y del municipio.

Las mujeres mayas que viven en los poblados no se rinden, pues, aunque no tienen apoyos, se mantienen todo el tiempo sembrando, elaborando artesanías y vendiendo productos del campo.

Sebastiana Chablé Chan, mujer indígena proveniente de la comunidad San Antonio Tuk, refirió, la vida en el campo no es nada fácil; sin embargo, agregó que, a pesar de ello ellas se las sortean para sobrevivir.

Según datos del Atlas de Riesgo del municipio, existen 18 mil 306 personas de tres años o más que hablan la lengua maya, de las cuales 8 mil 744 son mujeres y 9 mil 562 son hombres. De acuerdo con el Inegi, esta población representa el 46.87% del total de habitantes del municipio, que asciende a 39 mil 165 personas.

Playa del Carmen

La defensa de la cultura indígena se ha convertido en una bandera de discurso y oportunismo político en tiempos electorales, pero más allá de eso, las mujeres indígenas siguen siendo invisibles para las autoridades de los tres órdenes de Gobierno y hasta para los mismos ciudadanos.

Mujeres dirigentes de asociaciones civiles que apoyan a los pueblos mayas en la zona centro de Quintana Roo, como Delta Moo Arriaga, exsecretaria estatal de Asuntos Indígenas, consideran de vital importancia brindar capacitación y valorar a las mujeres indígenas en este 2025, año nominado por la ONU como el Año Internacional de las Mujeres Indígenas.

A diferencia de los turistas europeos que vienen en busca de historia viva, la sociedad en sectores de ignorancia cultural enfrenta condiciones de desigualdad. La marginación es evidente, y no existen presupuestos reales para promover programas de inclusión, empoderamiento ni de autoempleo. Esto impide que las mujeres indígenas puedan emprender trabajos que saben hacer, como artesanía, bordado y gastronomía. A menudo, sólo son utilizadas como parte de una imagen política en campaña y no como una política pública constitucional.

Moo Arriaga espera que en esta ocasión se haga justicia a las mujeres indígenas, que por su condición cultural no sean discriminadas, ya que merecen las mismas oportunidades que las demás mujeres en el mundo y el país. Para conocerlas, hay que ir a visitarlas, darles capacitación, platicar con ellas, ayudarlas a promocionar sus artesanías y fomentar sus trabajos.

En la mayoría de poblados, quienes reciben los apoyos gubernamentales son hombres / POR ESTO!

Por su parte, Ángeles Bautista indicó que “con tristeza te puedo comentar que las mujeres indígenas en nuestra entidad sufren de una invisibilización por parte de las autoridades municipales, estatales y, muchas veces, hasta por los mismos ciudadanos”.

Consideró que no hay condiciones de igualdad y sufren de marginación, muchas veces por su condición de lenguaje, otras veces por discriminación por el solo hecho de ser indígenas y tener costumbres diferentes a los roles establecidos por la sociedad en las ciudades más desarrolladas del país.

Además de que no existen presupuestos reales para promover programas de inclusión, empoderamiento y autoempleo, que les permitan emprender en trabajos que ya dominan, como artesanía, bordado, gastronomía, entre otros, con el objetivo de integrarse a la sociedad y convertirse en mujeres líderes en esos rubros.

Aunado a lo anterior, indicaron que los Gobiernos carecen de traductores que puedan ofrecer un servicio adecuado, lo que les impide evitar la vulneración de sus derechos. Muchas veces son detenidas sin motivos, simplemente por no poder hacer valer sus derechos ni expresar sus argumentos. Señalaron que debería haber suficientes abogados de oficio que hablen lenguas indígenas al servicio de los ciudadanos.

Kantunilkín

Aun cuando se tiene un poco más de apoyos por parte de los Gobiernos hacia la comunidad indígena, en el municipio las mujeres siguen con menos representación en las organizaciones, instituciones rurales y agrupaciones de trabajo, y pocas veces son consideradas en la toma de decisiones, la brecha aún sigue siendo muy angosta, sostuvo el profesor Jesús Manuel Hoil Martínez, de la Asociación Civil Nuevas Generaciones.

Mencionó que, para promover la preservación de la cultura y la identidad, hace falta tener un mapa de los territorios, revitalizar el patrimonio y los conocimientos tradicionales, en donde la mujer tenga igualdad de oportunidades y una mejor representación, incluso en lo más sencillo, como administrar o gastar el dinero de la semana.

Comentó que se habla mucho sobre la población indígena, pero se hace poco, una muestra es que en ningún Cabildo o puesto político, existe una representación real de las féminas. A la fecha no hay propuestas de programas, apoyos o iniciativas enfocados a la comunidad indígena, donde existe rezago de viviendas, calles, alumbrado, acceso al agua, educación y la salud, que es su derecho.

Se busca que las mujeres indígenas tengan las mismas oportunidades que otras mujeres en el mundo / POR ESTO!

En cuanto a la preservación y la transmisión de los conocimientos tradicionales a las siguientes generaciones, no hay acciones encaminadas al respecto, para pasar de los hijos a los nietos, esas sapiencias en la salud, tecnologías, rituales distintivos y otras expresiones culturales significativas de cada comunidad.

Las parteras prácticamente han desaparecido en el municipio, las pocas que quedan, si es que existe alguna, no ha sido visitada como para reconocer sus actividades, y pasar sus conocimientos a una siguiente generación, puesto que, a falta de servicios de salud, se convierten en una opción para las familias.

Dijo que la gastronomía, que suelen tener un arraigo cultural en cada zona, por la alimentación que se basa en la producción del campo, también merece ser fomentada, pero no hay ese interés, aunque si se han dado apoyos a grupos artesanales y productoras, que poco a poco van saliendo de esa marginación que se han tenido por años.

Para fomentar la participación de las mujeres en la toma de decisiones y en la gestión de los recursos naturales, se pueden tomar acciones como garantizar que sean consideradas en las políticas que las afectan, además de considerar al apoyar proyectos productivos que tengan en mente y mayor acceso a la educación para ellas, agregó.

Claudia Curiel Icaza, secretaria de Cultura

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Aseguró que se debe mantener una promoción constante del acceso a los derechos de los pueblos indígenas, además de reconocer y valorar su papel en la preservación de la cultura y la identidad local, desde la medicina tradicional, las labores de parteras, el uso y fabricación de las prendas tradicionales como el huipil y todo lo que han aportado.

Por su parte, la directora del Instituto Municipal de la Mujer, Carmen Canul, sostuvo que la marginación hacia las féminas indígenas ha bajado, y las oportunidades existen para ir desarrollándose en todos los ámbitos.

“Para poder emprender una actividad hay que tener en cuenta una meta y trabajar hasta realizarla, necesitamos más participación en eventos, talleres, orientaciones a las que se les invite, pensar más en ellas mismas, trabajar más para mejorar su ámbito laboral, y entender que la responsabilidad es compartida en el hogar y la familia, que la toma de decisiones le compete a ambos”, dijo.

Confirmó que hace falta trabajar mucho en las mujeres de comunidades indígenas, cambiar su manera de pensar, porque muchas veces el pensar en el bienestar del marido o de quién se hará cargo de sus hijos, les impide ir tras ese empoderamiento que muchas veces les hace falta para sentirse bien consigo mismas, para entender lo que realmente valen y lo que pueden lograr.

En el Instituto de la Mujer se trabaja en talleres de empoderamiento, cursos para enfocar sus objetivos en lo que ellas quieren realizar como logro personal, buscando siempre mejorar sus técnicas, sus propuestas, pero sobre todo, se trabaja en los talleres con temas en donde tengan participación en la toma de decisiones, para que vayan teniendo confianza y participen y propongan sus ideas, en el plano laboral, en sus comunidades, en sus familias, en el ámbito político o en el sector empresarial.