Diseñar de manera manual infinidad de objetos, logrando piezas de arte únicas con utilidad en todos los sentidos, usando el ingenio y la creatividad para su elaboración, mantener vivas las tradiciones de un lugar, son algunas de las características de los artesanos, por lo que es de suma importancia reconocer su contribución, así como promocionar su trabajo y dedicación de todos los artistas manuales, que poco a poco han sido desplazados por productores de piezas en su mayoría orientales elaboradas a gran escala , imitando la artesanía mexicana, pero de menor calidad, además, ha quedado de lado el verdadero papel del artesano como representante cultural y de parte de las autoridades hay muy pocos eventos para considerarlos.
La elaboración de artesanías es un oficio que se transmite de generación en generación, pero que requiere del perfeccionamiento de técnicas, destreza y precisión para la utilización de diversos materiales como el vidrio, cobre, barro, roca, hierro y realizar juguetes tradicionales, objetos decorativos como muebles o prendas de vestir, esculturas, cerámica y en lugares como la Península de Yucatán, la madera, hilos y caracoles entre otros muchos en los que el artesano pueda hacer su magia y crear obras con sus manos.
En un recorrido por lugares como el Mercado 28 o el Ki-Hiuc 28, donde tradicionalmente era muy común encontrar a los artesanos trabajando y creando piezas en sus locales, ahora se volvieron un mero punto de venta de objetos, la mayoría llegan de lugares como Oaxaca, Chiapas, pero a través de proveedores o de algunos municipios de la Zona Maya, ahí sí directamente del fabricante, pero son más caros. Mientras que, en el Parque de Las Palapas, aún sobreviven algunos que todas las tardes acuden al Pabellón del Artesano -recientemente remodelado-, para ofrecer a los visitantes sus obras, pero que a decir de los propios locatarios cada vez es más difícil subsistir por las bajas ventas.
La economía del comprador le obliga a buscar “lo mismo pero más barato”, abriendo un mercado que ha mermado la capacidad del real artesano, pero sobre todo, han opacado el verdadero valor del trabajo artesanal.
Este miércoles 19 de marzo, se conmemora el Día del Artesano, en homenaje a uno de los de los oficios más antiguos que requieren de destreza y creatividad, fecha que coincide con el Festejo de Día de San José, celebrado por la religión católica, quien era carpintero y artesano de oficio.
Poco valorados
Bernardo Peón Cardín, presidente de la Asociación Civil Co´ox-Meyah (vamos a trabajar) que aglutina apenas unos 50 de artesanos, comerciantes-productores y exsecretario de comercio de Quintana Roo en la Confederación de Trabajadores de México (CTM), habló con POR ESTO! de cómo los productos de imitación de la artesanía mexicana, han ganado terreno ante los verdaderos artesanos.
“Creo que ha sido un poco olvidado, ha quedado de lado el verdadero papel del artesano como representante cultural, pero lo importe es que no se olvide esta conmemoración, porque de parte de las autoridades no hay ningún tipo de evento para considerar a los artesanos y lamentablemente cada vez vemos más inundado el mercado de productos extranjeros, imitando la artesanía mexicana y ganado los espacios a los verdaderos artesanos y comercialmente hablando han estado siendo desplazados, porque definitivamente un producto chino de imitación es mucho más económico porque maquilan en cantidades exorbitantes y la artesanía debe ser de carácter personal, con exclusividad y desde luego gran calidad”.
Destacó que, por desgracia la economía del consumidor le obliga a buscar productos similares pero más baratos, demeritando los trabajos manuales y entre los materiales por excelencia, que se utilizan para crear artesanías en Quintana Roo, están la madera, conchas, caracoles, coco por ser materiales de la región y del mar, de que estamos rodeados.
Peón Cardín dijo, que en Cancún, de vez en cuando se realizan eventos -no necesariamente relacionados con las artesanías,- pero que artistas de la Zona Maya o la Zona Sur por ejemplo, aprovechan para llevar sus trabajos, “pero cada vez es más esporádica su presencia, por los gastos que ello representa y ante los pocos o nulos apoyos para que puedan trasladarse, un artesano puede trabajar 5 días, pero tarda 10 o 20 para vender en ocasiones, sólo un producto, lo que significa que su trabajo está siendo poco valorado, por lo mismo, ese mercado emergente de los productos copia, pero más baratos, lo que pone en gran desventaja al artesano, que aunque tenga un mejor producto, por el precio no lo puede hacer competitivo con el mayoreo del oriente”.
Bernardo entró al mundo de las artesanías en el 2002 -no se considera artesano sino representantes de ellos-, ya que estuvo injustamente preso, tomó algunos talleres y vendía artesanías en el penal para mantener a su familia afuera, aunque desde antes la artesanía formaba parte de su vida toda vez que su esposa Beatriz Martínez, es artista que trabaja con filigrana en alambre, cobre, todo lo que es conchas, pedrería natural como cuarzos, cristales, etc.
Ya absuelto, se convirtió en un férreo defensor de los artesanos, principalmente por su esposa ya que recordó que en la administración de Francisco Alor Quesada QEPD (2005-2008) se hicieron modificaciones en el Parque de las palapas y les quitaron los espacios al gremio, por lo que se unieron a la CTM para fortalecerse y regresar, algo que lograron gracias a la organización y con el apoyo del siguiente alcalde Gregorio Sánchez Martínez.
Padrón de artesanos, sin registros formales
El Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART), fideicomiso público del Gobierno Federal, sectorizado en la Secretaría de Cultura, surgió ante la necesidad de promover la actividad artesanal del país y de acuerdo con datos de la más reciente Encuesta Nacional de Ingreso en los Hogares (ENIGH): la población artesanal que vive totalmente de la venta de sus productos ascendía a 1 millón 118 mil 232 personas, de las cuales, el 20% del padrón de artesanos del FONART correspondía a personas adultas mayores de 60 años y más que viven en zonas pobres y marginadas.
Aunque de acuerdo a Data México, hasta el tercer trimestre del año pasado, la fuerza laboral de trabajadores artesanales fue 6.18 millones de personas, cuyo salario promedio fue de 6 mil 850 pesos mensuales, trabajando alrededor de 40.3 horas a la semana. La edad promedio fue de 44.1 años. Se estima que alrededor del 65% son artesanas que en su mayoría se dedican a trabajar los textiles, fibras vegetales, alfarería y cerámica, cartonería, pintura popular, laca y maque. Mientras que el 35% son artesanos que se dedican predominantemente a trabajar el vidrio, la madera y los metales, pero la informalidad laboral alcanzó un 79%. Las entidades federativas con menor tasa de informalidad fueron Nuevo León (62.1%), Quintana Roo (61.6%) y Baja California Sur (60.2%).
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que el Producto Interno Bruto de las artesanías, de acuerdo con la Cuenta Satélite de la Cultura de México (CSCM), el sector Cultura generó 736 mil 725 millones de pesos corrientes, de éstos, las artesanías aportaron 153 mil 437 millones de pesos, que representaron 20.8 % del sector cultural. En la CSCM, la producción de artesanías se clasifica en ocho grandes áreas: alfarería y cerámica; fibras vegetales y textiles; madera, maque y laca, instrumentos musicales y juguetería; cartón y papel, plástica popular, cerería y pirotecnia; metalistería, joyería y orfebrería; lapidaria, cantería y vidrio; talabartería y marroquinería, así como alimentos y dulces típicos. Las dos áreas que concentran la mayor contribución al PIB de las artesanías son: el comercio de artesanías y las fibras vegetales y textiles, con 35.5 y 17.9 %, respectivamente.
Todos los estados cuentan con un padrón, pero reconocen que no están actualizados debido a que esta población varía mucho y no se cuenta con mecanismos de registro formales (como censos). Según los reportes ofrecidos en las mesas de trabajo, las poblaciones oscilan desde 451 mil 837 artesanos reportadas por Oaxaca, 46 mil 072 en Estado de México, 24 mil 888 en Chiapas y poco más de 3 mil en Quintana Roo.
El grueso de los artesanos se encuentran en Felipe Carrillo Puerto
En Quintana Roo, la actividad artesanal es una parte importante de la cultura y la economía local y el municipio de Felipe Carrillo Puerto cuenta con la mayor cantidad de mujeres artesanas, con un total de mil 087. En cuanto a las artesanías que se producen en Quintana Roo, se pueden encontrar una variedad de productos como: Textiles y ropa tradicional, especialmente en la zona maya. Artesanías con materiales marinos. En la región de Chetumal y Bacalar, se pueden encontrar artesanías de madera tallada, como máscaras y figuras decorativas.
Según el más reciente censo (2023) en los 11 municipios de Quintana Roo, había un total de 3 mil 123 artesanos registrados ante la Secretaría de Desarrollo Económico y en Cancún el número total de cancunenses registrados en el Padrón de Artesanos y Padrón de Emprendedores es únicamente de 267, de un universo mucho mayor, pero del cual no se tiene registro.
De acuerdo con los reportes hechos por los responsables de las casas de artesanías en los estados, los cálculos del ingreso mensual de los productores artesanales oscila entre los 2 mil 500 a los 6 mil pesos, como Guerrero, uno de los estados más pobres y en Quintana Roo (de acuerdo con la zona en que se ubiquen) zonas turísticas de los 6 mil a los 20 mil pesos, en zonas urbanas de los 3 mil a los 15 mil pesos y en las zonas rurales de los 2 mil a los 8 mil pesos, pero la mayoría proviene de las ventas directas y la ganancia puede ser menor.
Hay objetos que se realizan con materiales que no nos propios de la región, pero que tienen gran demanda sobre todo en la hotelería y en el ramo turístico en general y se trata del ratán que viene de Indonesia o China.
Nunca se deja de aprender: Artesano
Se llama Darío Osoños García, tiene 67 años, es originario de la Ciudad de México y desde los 18 años aprendió el oficio cuando entró a una fábrica de muebles rústicos hechos a base de ratán y mimbre, material que viene de China y le encantó lo que hacían, empezó como chalán y lo primero que hizo fue una silla pavorreal que en un principio le llevó 15 en terminarla y con el tiempo ya las hacía en una semana y en ocasiones hasta menos.
El proceso para trabajar ese material es pasarlo primero por una tina de vapor y las barras de ratán quedan arriba después del “baño maría” y luego se van doblando de forma manual para darle la forma que se necesita para el mueble o el producto a elaborar. “Pero nunca se deja de aprender, ahí trabajé tres años, luego me contrataron en otra fábrica por mi habilidad, estuve 9 años y me vine a Cancún en 1987, contratado por la empresa Selecciones Internacionales que estaba el estado “Cancún 86”, porque me ofrecieron el doble de lo que ganaba en la CDMX y la mayoría de los empleados aprendieron de mi”, dijo con orgullo.
Esta enseñanza la extendió a sus nietos Eduardo y Fernando Hurtado Osoños y otro joven de nombre Fernando Damián que, con los que ahora trabaja en su empresa llamada “Ratán del Caribe”, cuyo taller se localiza en la Región 100 y sus principales clientes son los hoteles a los que les fabrican camastros, sillas y mobiliario de exterior de ratán y ratán sintético.
Hay otros que trabajan con vidrio, madera o plata, como el caso de Luis Ernesto Pérez Rodríguez, artesano en caligrafía, originario de la ciudad de México, quien casi todos los días cruza a isla Mujeres para ofrecer su trabajo a turistas nacionales e internacionales, que buscan llevarse un recuerdo personalizado.
En octubre de 2023, se creó en Tulum el primer Corredor Artesanal para tener un espacio para la promoción, producción y venta de sus productos, además de reducir las brechas de desigualdad. La idea era llevar justicia social a las comunidades mayas del estado, ya que el 88% del padrón artesanal enfrenta enormes carencias y retos entre los que destacan la compra de insumos y la comercialización de los productos.
Quintana Roo es una región rica en tradiciones artesanales, con una variedad de productos y técnicas que reflejan la cultura y la historia de la zona y pese a todas las adversidades, este oficio seguirá subsistiendo gracias al talento de la gente, siempre tratando de mantener esa tradición viva y la representación cultural a través de su trabajo.
