Así como en todos los asentamientos irregulares de Cancún, habitantes de la colonia El Milagro están lejos de la brújula de las autoridades municipales y estatales, pues padecen inseguridad, cableado eléctrico deficiente y fauna callejera. Algunos sobreviven con pequeños puestos de ropa usada, comida o lo que puedan vender a lo largo de la calle principal y frente a la escuela primaria “Cuna del Mestizaje”.
Aunque hay zonas que se siguen inundando, los colonos admitieron que el reciente pozo de absorción les cayó como “anillo al dedo”.
Los habitantes de El Milagro han enfrentado, a lo largo de 35 años, diversas carencias que afectan su calidad de vida, como la falta de infraestructura básica, pues sólo una parte de la entrada principal está pavimentada y el resto de las calles son de tierra y piedras. También necesitan agua potable.
Aunque tienen electricidad, sufren frecuentes apagones porque el cableado está en mal estado y cuando hay viento fuerte choca con el follaje de los árboles y sacan chispas, mismas que caen sobre las personas o viviendas, lo que los vuelve peligrosos.
Comentaron que pese a estas deficiencias, ninguna autoridad acude a esa zona, por lo que hicieron un llamado a las autoridades para que verifiquen este problema y lo resuelvan.
Los vecinos también refirieron que hay gente que acude a esta colonia para abandonar a sus perros, mencionando que justo ayer, de una camioneta bajaron a dos canes grandes.
Aunado a ello, su falta de un sistema adecuado de drenaje y alcantarillado lleva a problemas de salud pública y contaminación; pero tampoco tienen un centro de salud.
En cuanto al transporte, como en toda la ciudad, es deficiente. Generalmente, usan mototaxis para entrar o salir, pero en temporada de lluvias se complica.
La alta incidencia de delitos provoca una sensación de inseguridad, lo que se agudiza durante la noche por la pobre o nula iluminación de las calles. Aseguran que las patrullas pasan una vez por semana, pese a que en esta colonia viven algunos policías, de los que tampoco hablaron bien las vecinas. Señalaron que la escuela ya registra dos robos.
En cuanto a las viviendas, en este asentamiento hay de todo tipo: desde casonas de material sólido, hasta endebles palapas que sufrieron filtraciones durante estos días de lluvia, porque evidentemente, en muchos casos, no cumplen con estándares de seguridad y habitabilidad.
Noticia destacada
En Quintana Roo, 1,500 restaurantes enfrentan pérdidas hasta del 45% por las lluvias
Aunque en la escuela primaria “Cuna del Mestizaje” hubo pequeñas inundaciones por las goteras, se aseguró que ya quedaron reparadas; por cierto, a un lado del colegio hay un comedor comunitario del DIF al que acuden todos los días alrededor de 30 alumnos para desayunar (arroz, frijoles, spaguetti o lentejas), con una cuota de recuperación de 25 pesos, dinero que usan para resurtirse de alimentos o pagar el gas, aseguraron las voluntarias del este espacio.
El comedor fue habilitado hace dos años con el objetivo de promover la salud alimentaria de los alumnos, con un desayuno para los estudiantes de la mañana y una comida para el turno vespertino. Está habilitado con un refrigerador, que funciona a veces y otras mal, debido a los constantes apagones, además de estufas, tanques de gas, sartenes, cuchillos, cubiertos, platos y ollas.
GC