Para Maribel Montero, ha sido muy complicado el tema de salud para su familia el último año, “No sé qué pasó, pero pasamos de una enfermedad a otra, en junio de 2023 mi esposo comenzó con síntomas de resfriado, pero los dolores articulares y la perdida de olor y sabor encendieron las alarmas, por lo que realizó una prueba de antígenos y el resultado fue positivo a COVID-19, pero a diferencia de la primera vez que enfrentó la enfermedad se vio muy enfermo, además de que mi hijo y yo también nos contagiamos”.
El tratamiento estuvo muy pesado, porque fueron largos días, en donde los dos no se podían mover de la cama, pero al final agradecida porque a su niño de 11 años que no tuvo síntomas graves, pero sí tuvo que estar encerrado y eso fue muy difícil, porque a su edad, quiere salir a pasear, a tomarse un helado o por lo menos al parque, pero fue imposible como mes y medio hasta que se recuperaron.
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La situación en Quintana Roo sobre estos tres virus, de acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SNVE), se ha registrado un repunte de influenza en la entidad, es decir en la semana epidemiológica 28 del 2023, se atendieron 27 personas, mientras que, en el mismo periodo, pero del 2024 la cifra llega a 63 infectados.
Para los Servicios de Salud del Estado la meta durante agosto del año pasado y marzo del 2024, era la aplicación de 436 mil 928 dosis, sin embargo, sólo se aplicaron 379 mil 858, lo que indica que restaron por inyectar 57 mil 858.
En el caso de COVID-19, en lo que va del año se tiene un registro de 83 nuevos casos, mientras que el dengue cuenta con 841, de los que 583 pertenecen al municipio de Benito Juárez.
Montero relató que pasaron un par de meses después del alta que les dio el médico, cuando comenzó de nuevo con un dolor de cuerpo extraño, además un enorme cansancio que no me dejaba estar de pie, por lo que enseguida pensé es de nuevo el bicho, dijo mientras reía, pero no, resultó con un cuadro de dengue por lo que otra vez tuvo que estar en cama y con cuidados muy puntuales, aquí lo preocupantes fue que, al más joven de la casa, también enfermó.
Fue muy dura esa etapa, porque los síntomas que tuvo su hijo fueron más graves, la fiebre no paró por una semana, además que las plaquetas le bajaron muchísimo, y comenzó con ligero sangrado y pues como madre hasta se le olvidó que también estaba enferma, lo único que le importaba era su bebé saliera de esa horrible enfermedad.
Afortunadamente, para la familia, nuevamente superaron esta situación, pero apenas hace un par de semanas, enfermaron nuevamente los tres, pero esta vez de influenza. “Otra vez la primera fui yo” pero como ya tenían la experiencia de los otros dos virus y los síntomas se sentían muy parecidos se tuvieron que hacer las tres pruebas, para qué la doctora con quien se atendieron, tuviera la certeza de lo que en realidad les estaba afectando.
Han sido gastos importantes, porque entre estudios y medicinas ya no la ven llegar, porque no cuentan con seguridad social, ya que su esposo trabaja de manera independiente.
GC