La presidenta del municipio de Othón P. Blanco, Yensunni Idalia Martínez Hernández, indicó que el Ayuntamiento Municipal no cuenta con un presupuesto específico para rehabilitar los espacios públicos; en este caso, hablando de los parques, mencionó que si bien tiene planes de que sean remodelados, no puede definir cuántos se verían beneficiados.
Asimismo, señaló que las posibilidades de realizar mejoras dependen de la recaudación de los impuestos cada año, dando a entender que la responsabilidad de los muchos o pocos avances en la infraestructura pública es de los othonenses, pues incluso los exhortó a que paguen sus impuestos, asegurando que sólo de esa manera se pueden hacer mejoras en la capital del estado.
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Estas declaraciones resultan muy desafortunadas, toda vez que el tema de los parques no es reciente, así como ninguno de los que están pendientes con la ciudadanía, y tuvo tres años para darle solución.
Además, la munícipe lo dice justamente en el que los chetumalenses están siendo testigos del derroche de recursos públicos con el Festival de Cultura del Caribe 2024, y en sólo unos días más seguirán los cargos al erario con la Feria de la Frontera Sur.
Si bien es cierto que los ciudadanos también le han solicitado a las autoridades que inviertan en la contratación de artistas para que se presenten en Chetumal, lo cual de alguna manera puede englobarse en el aspecto cultural, ha sido evidente que ahora los othonenses están más preocupados por el sinfín de problemáticas que presenta la ciudad que en asistir a escuchar grupos musicales.
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Esto ha quedado de manifiesto cada vez que la presidenta municipal o el Ayuntamiento de Othón P. Blanco hacen uso de sus cuentas oficiales en redes sociales para comunicar esos eventos y la ciudadanía muestra su descontento reprobando que se le esté dando prioridad a espectáculos que sólo durarán unas horas, mientras las calles están cada vez peor por tantos baches, y los servicios públicos de agua y electricidad no están llegando a todas las colonias de la capital, generando grandes afectaciones.
Con lo declarado por la munícipe, se puede anticipar desde ahora que a la capital le esperan otros tres años de promesas sin cumplir, de problemáticas atendidas a medias, de gastar los recursos públicos en actividades que supuestamente buscan atraer el turismo, sin que den resultados, con espacios públicos en malas condiciones y con cientos de familias desesperadas por no contar con el apoyo que deberían recibir de las autoridades.
