Ante el incremento del índice delictivo en el estado de Quintana Roo, y la poca efectividad demostrada por las autoridades respecto a esta situación, se han comenzado a registrar casos en los que la ciudadanía ajusticia a los delincuentes por propia mano; no obstante, estas acciones no pueden ser consideradas como soluciones, toda vez que se deriva en otro delito.
Uno de los últimos casos registrados tuvo lugar en la colonia Payo Obispo de la ciudad de Chetumal, el cual culminó en el homicidio de un ciudadano beliceño, quien, presuntamente, había violado a una mujer discapacitada; según se presentó como una de las primeras líneas de investigación.
En ese sentido, un detalle que llama la atención es que aunque el homicidio fue resultado de un ataque por arma de fuego, la primera información indicó que antes de dispararle la intención de las personas involucradas en su muerte era llevárselo, pero como no pudieron hacerlo, entonces lo balearon para asegurarse de que no se quedara vivo; lo cual podría implicar que el plan para quitarle la vida incluía tortura previa.
Si bien estas acciones muchas veces son aplaudidas por una parte de la ciudadanía que ya está cansada de que las autoridades no accionen con prontitud y que muchos casos de gravedad se queden sin resolver, es evidente que las personas que responden es modos igual de violentos que los agresores tampoco están actuando de la mejor manera, sobre todo, si lo que se busca es el bienestar común.
Lo anterior, debido a que las acciones violentas no pueden tener cabida en una sociedad sana, toda vez que este tipo de venganzas sólo dejan a nuevos responsables de crímenes, quienes muchas veces pierden su libertad por querer hacer un supuesto bien común, además de que obstaculizan la impartición de justicia, puesto que no se puede juzgar a una persona que fue asesinada, lo cual también puede derivar en la privación de una reparación de los daños para la víctima, o desconocer si existen más personas afectadas.
Dado este panorama, resulta urgente que las autoridades locales se involucren en mayor medida con la ciudadanía, para que las personas agraviadas por cualquier crimen se sientan respaldadas y tengan la certeza de que se les hará justicia, puesto que es preocupante que en una ciudad como Chetumal también se estén dando casos en los que las personas quieren ejecutar la justicia por mano propia.