Ahora que el Ayuntamiento de Bacalar recibió los permisos para el uso recreativo de estas zonas, las autoridades iniciarán acciones, primero, para su rehabilitación y, posteriormente, para abrir las puertas al público. Las playas son conocidas como El Uvero, La Casona y Pulticub, así como una pequeña zona de Tampalan, localizadas al norte de la zona costera de Bacalar, las cuales abarcan alrededor de 20 kilómetros.
Actualmente, estos balnearios cuentan perfecta señalización, facilitando a los visitantes, tanto locales como nacionales e internacionales, su localización y el acceso seguro. Sin embargo, Roberto Pérez añadió que con relación a la instalación de infraestructura, como baños, mobiliario, contenedores de basura, así como la disposición de servicio de limpieza y mantenimiento, depende de las administración municipal bacalarense.
Además, mencionó que desde el momento en el que Bacalar se formó como nuevo municipio, tras separarse de Othón P. Blanco, ha realizado 14 solicitudes a la Semarnat, de las cuales 3 de ellas han sido otorgadas y publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Hace 13 años se decretó la creación de Bacalar como municipio, a partir de entonces se ha ido posicionando como uno de los destinos referencia en el estado de Quintana Roo, trayendo en mano la atracción de inversores y la captación de visitantes a la zona sur de la entidad.
El ecoturismo, la laguna de los Siete Colores, cenotes y zonas arqueológicas, han sido uno de los atractivos principales durante años en la región de Bacalar, por lo que la apertura de estas playas al público supondría un nuevo impulso al turismo en el municipio.
Aunque, la inversión de parte del Ayuntamiento será primordial para cuidar que estos sitios cuenten con un acceso vial seguro y estén acondicionados con servicios básicos.