A pesar de que la Secretaría de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Solidaridad colocó sellos de suspensión y pegatinas de clausura en la aparente construcción de más viviendas por parte de la empresa CADU, debido a la quema excesiva de un montículo de cascajo y vegetación, la principal molestia de los vecinos de Villas del Sol persiste. Ninguna autoridad parece estar poniendo orden en el asunto, ya que el incendio, que consume árboles, está provocando que la fauna huya hacia las viviendas de los residentes.
Con ojos llorosos, molestias en los bronquios por el humo que han respirado durante meses, y suciedad en sus casas, así describen los habitantes de la última etapa de Villas del Sol la grave contaminación que enfrentan. Esta situación está relacionada con los trabajos realizados por albañiles, electricistas y carpinteros contratados por la inmobiliaria CADU.
El 4 de agosto, la Secretaría de Protección Civil, Prevención de Riesgos y Bomberos emitió una suspensión con el número de acta 1228 y colocó los carteles de clausura contra la empresa CADU.
Después de estas acciones, los vecinos comentaron que se sienten como si enfrentaran al monstruo de la enorme industria inmobiliaria. A pesar de la intervención del personal del gobierno municipal, los trabajadores de la empresa CADU continúan apilando materiales como madera, hojas secas, troncos de árboles y otros desechos, que luego son incendiados.
La madre de familia, Rosi F. dijo que ella y el resto de sus vecinos sufren por el humo del incendio, luego que termina de llover, ya que estos empleados de CADU lo que han creado, un “cerro”, que se asemeja a un horno, del que nunca deja de salir humo y las cosas siguen consumiéndose.
Rosi F. mencionó que, en sus viviendas, no sólo han encontrado una gran cantidad de polvo y humo que ensucia las casas, sino también serpientes. Indicó que han hallado culebras ratoneras, serpientes de color verde intenso e incluso boas.
Mencionó que tienen que eliminar esos animales que les causan un gran susto, a pesar de saber que están escapando del incendio. Además, comentó que enfrentan una plaga de ratones, debido a que el terreno donde se están realizando los trabajos solía estar lleno de basura y era un tiradero a cielo abierto.
Destacó que la estela de humo continúa siendo visible desde lejos en el fraccionamiento porque el fuego no se apaga. Además, el vecino Teodoro Méndez mencionó que, desde el inicio de las obras de CADU el año pasado, cuando comenzaron las quemas para el desmonte, también enfrentaron problemas con el suministro de agua potable, que salía sucia y de color café, destacó que a todos los vecinos les preocupa que la construcción de las viviendas siguen en la zona Poniente, pero la calidad de los servicios es deficiente, con las caídas de la electricidad y por consiguiente, el agua potable y que el aumento del área habitacional empeorará la situación.
GC