Rusell Cauich llegó ayer por la mañana procedente de San Francisco, California, donde estuvo laborando 14 años, hasta que decidió regresar a su pueblo para sentar raíces. Sin embargo, en la sala de entrega de equipaje del aeropuerto de esta ciudad se percató que solo llegaron dos de las tres maletas que documentó, lo mismo le ocurrió a otra persona que casualmente fue su compañero de viaje.
Comentó que ambos acudieron al módulo de la empresa Volaris, donde el personal de la compañía aérea les informó que como las maletas (de mano) fueron documentadas de última hora, porque superaban las dimensiones requeridas, finalmente no pudieron ser enviadas en el mismo vuelo, les pidieron esperar hasta la seis de la tarde, lo que retrasó su camino a Yotolín, localidad donde nació y creció.
Noticia destacada
Trabajadores le 'huyen' a los restaurantes de Mérida; hay 22 mil plazas sin ocupar
Después de ese mal momento, Rusell comentó que está satisfecho con todo lo que vivió en el vecino país del Norte y lo más difícil, en su caso, fue cruzar la frontera, porque al llegar a San Francisco no fue difícil encontrar trabajo y durante 14 años estuvo trabajando en una empresa de comida rápida y gracias a eso pudo enviar dinero a su familia, comprar una casa y amueblarla, donde ahora piensa quedarse y sentar raíces.
El migrante fue recibido por su mamá, esposa, hija y sobrinas, que por cierto llegaron desde las siete de la mañana y aguardaron su salida hasta las 10:00 horas, quienes se regresaron a Yotolín y Rusell se quedó a esperar su valija.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
NM