El antiguo exconvento franciscano de San Agustín, que actualmente es una parroquia secular de la Arquidiócesis de Yucatán, cumplió más de tres años en espera de la restauración de su frontispicio, ya que desde junio del 2020 el campanario se derrumbó por el exceso de humedad propiciada por una depresión tropical, dañando la arquería del frente de edificio y uno de sus anexos.
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Desde entonces se han presentado varias solicitudes para la restauración, pero desde las inspecciones por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no se avanzado. Las medidas se limitaron a retirar los escombros que obstruían el acceso al templo por la puerta lateral Norte, además de que se restringió el paso a la arquería debido a su mal estado.
Sobre esta situación el vecino Armando Chablé Martínez comentó: “Mientras más pasa el tiempo, más parece que se la gente olvida de que existe ese campanario. Quizás eso quieren las autoridades: que se nos olvide para que ya no tengan que restaurarlo. Ojalá se haga algo para que el convento recupere su campanario que formaba parte importante del proceso de construcción e historia de nuestro pueblo. La iglesia da imagen a nuestra comunidad, por eso creo que deben poder manos a la obra para arreglar el asunto”.
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Según relataron los pobladores, fue en la primera semana de junio del 2020 cuando la Tormenta Tropical Cristóbal, que trajo consigo muchísima lluvia e intensos vientos, propició que el antiguo campanario que era una espadaña de dos cuerpos sucumbiera ante la humedad, pues al tratarse de una antigua construcción, la pieza no tardó en desplomarse sobre la bóveda de los corredores del frente, provocando a su vez la caída del techo del corredor y arrasando con la parte superior de la gruesa pared del anexo de la sacristía.
Sobre aquel evento la vecina Leticia F., cuyo domicilio está a un costado del templo, narró: “Recuerdo ese día. El estruendo inundó el ambiente y cuando salimos a la calle vimos cómo se iba cayendo a pedazos el campanario y parte de los arcos. Fue una escena fuerte porque nos causó dolor ver cómo se perdía una parte de nuestro templo, entonces la autoridad delimitó el espacio y dijo que pronto se repararía, pero nada se ha hecho sobre el tema hasta la ahora. Ojalá pronto se restaure el corredor y el campanario”.
El escombro que obstruía el acceso al templo por la puerta Sur fue retirado hace unos meses, debido a este movimiento la comunidad creyó que se iba a poner en marcha el plan de restauración, pero no se movió ni una piedra más.
La historia dicta que el convento de San Agustín fue edificado en el año de 1576 durante la época franciscana de la provincia de San José de Yucatán, mientras que el campanario que sucumbió fue parte de las primeras construcciones de este tipo en el convento. Por su parte, el corredor deja ver en sus detalles que data del siglo XVIII. Debido a lo anterior, los pobladores lamentan que otras piezas del recinto también están en peligro debido a la falta de mantenimiento por parte de las autoridades correspondientes.
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LV