Yucatán

Vecinos de San Damián buscarán amparo contra gasoducto de Renán Barrera en Mérida

Debido a la instalación de las tuberías de gas natural donde Renán Barrera otorgo permisos irregulares, los vecinos de Sam Damián buscarán amparo en Mérida
La autoridad permitió las obras, que se ejecutaron bajo engaño, porque se afirmaba que eran de tubería de agua potable / Nery Morales

“¡Renán Barrera Concha es un cacique, ya gobernó varias veces y ahora quiere más!”, afirmó Flavio Santos Canul, uno de los vecinos que se opone a la instalación de tuberías para el gas natural detrás de una empresa galletera ubicada en la colonia San Damián.

Expresó su pleno respaldo para promover el amparo (expediente VII-332-2021) ante un juez federal, un caso que POR ESTO!, ha estado siguiendo de cerca. Recientemente, informamos que dos peritajes revelaron que el Ayuntamiento liderado por Barrera Concha otorgó de manera irregular permisos a la empresa Engie para la instalación de tuberías de combustible.

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La autoridad permitió las obras, que se ejecutaron bajo engaño, porque se afirmaba que eran de tubería de agua potable; sin embargo, pusieron en riesgo a tres mil 510 hogares y sus habitantes.

Santos Canul recordó que hace aproximadamente un año, en julio de 2022, a través de la cámara de videovigilancia instalada en su modesto taller de reparación de llantas de motocicletas, observó el arribo de maquinaria pesada a las 7:00 horas.

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A pesar de enfrentar problemas de movilidad debido a una operación en la pierna derecha, por la que cojea, salió a la calle y presenció el inicio de los trabajos de ranura en la calle 32 con la avenida Antonia Jiménez Trava, ubicada detrás de la galletera y también frente a su domicilio.

Al solicitar información a los empleados sobre la razón de las perforaciones, estos afirmaron que se trataba de obras para la introducción de agua potable y alcantarillado. El vecino insistió y fue entonces cuando los trabajadores de Engie revelaron que, en realidad, introducían tubos para llevar gas natural, y que las tuberías pasarían por la avenida Jiménez Trava, es decir, frente a su domicilio.

Exigió que le mostraran las autorizaciones, y los trabajadores con chaleco y casco exhibieron documentos con sellos del Ayuntamiento de Mérida. Esto lo indignó aún más, ya que tenían el aval de Barrera Concha.

Recordó que Barrera Concha nunca consultó con la población de San Damián, ni le interesó hacerlo, dado que la evidente intención de los trabajadores de la empresa. No se tomó en cuenta el grado de peligro al que están exponiendo a los habitantes de la zona y a los usuarios de los servicios.

Expresó que hay mucha gente que podría sufrir graves problemas ante un “chispazo”, como los niños de la escuela primaria Benito Juárez, los pacientes y médicos del hospital Juárez, y los vecinos que rodean esa importante área de la ciudad de Mérida.

“Esto del gasoducto fue una imposición de Renán Barrera Concha, porque fuimos al ayuntamiento a preguntar qué es lo que estaba pasando por nuestra zona, y ahí nos dijeron que ellos no tenían nada que ver”, dijo.

“Nos mintió”, remarcó.

Dijo que, en uno de esos días, tomó su megáfono y se paró frente a las maquinarias para exhortarlos a que dejaran en paz a los habitantes de San Damián. A pesar de sus esfuerzos, lograron hacer perforaciones sobre la calle 13, pero no llegaron a entroncar con la empresa galletera.

Cuando POR ESTO!, lo visitó en su domicilio, Flavio Santos Canul explicó que la empresa Engie regresó hace seis meses para intentar acabar lo que había empezado. Sin embargo, los empleados fueron repelidos por los vecinos que quieren vivir en paz y lejos del grave peligro de alguna explosión.

Eso ocurrió, recuerda muy bien, durante la noche, ya que la empresa suele realizar el trabajo en esas horas para evitar el tránsito vehicular y mientras los vecinos duermen. Con esa experiencia, prácticamente Flavio se ha convertido en un vigilante.

En noviembre pasado detectó a personas sospechosas que rondaban por la zona, y su temor se confirmó: se trataba de la misma empresa, a cuyos trabajadores siguió hasta la avenida Hidalgo, donde notó que ya estaban trabajando frente a la casa de una tienda de pasteles.

También expresó su molestia porque, al parecer, gente de la empresa galletera colocó una inmensa lona en una de las paredes de la industria. Para iluminarla, tomaron energía del alumbrado público, causando daños a la luminaria. A pesar de haber reportado el incidente varias veces, no obtuvo respuesta positiva alguna.

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NM