Yucatán

Con pulseras de hilo negro, yucatecos protegen a los bebés de los muertos

Ante la llegada de los difuntos por el Janal Pixán, en Yucatán se acostumbra hacer rituales de protección contra el ‘mal aire’
Es una tradición de Día de Muertos elaborar pulseras de hilo negro para proteger a los infantes / Isaí Dzul

“Hay que proteger a los infantes, los pixanes ya comenzarán a llegar. Las almas inocentes de los menores hay que cuidarlas”, señalaron pobladores adultos mayores, quienes informaron sobre la importancia de usar amuletos como el hilo negro durante la temporada de Hanal Pixán.

Bartolomé Angulo, un poblador, explicó que, en estos días antes de que noviembre llegue, la gran mayoría de las familias que son creyentes y respetan las tradiciones del Día de Muertos comienzan a elaborar pulseras que sirven como protección para los más pequeños.

Explicó que desde ahora, ya se puede ver a muchos infantes que cuentan con su amuleto hecho de hilo negro colocado en sus muñecas.

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Los antiguos pobladores del interior del estado mencionan que esta pulsera protectora se elabora de manera artesanal utilizando nueve tiras de hilo negro, a la medida de la muñeca del pequeño. Seguidamente, con las mismas se hacen nueve nudos en forma de bolitas y se coloca en el menor.

“Se dice que con este amuleto las ánimas ya no se acercan a los niños, así nos explicaron nuestros antepasados. Los infantes al ser inocentes, su alma se puede ir con ellos al otro mundo”, detalló.

El brazalete tejido con 9 hebras y nudos debe ser portado por los menores hasta finales de noviembre / Isaí Dzul

Angulo señaló que es muy fuerte la creencia y respeto que los pobladores le tienen a estas fechas. Muchas de las familias, en su mayoría católicas, son quienes suelen hacer este pequeño y poderoso escudo. Agregó que desde años atrás él se ha encargado de confeccionar las pulseras a sus nietos y ahora bisnietos, quienes duran con el pulso puesto hasta el último día de noviembre. “A mis hijos mi papá y mi suegro, que en paz descansen, se los elaboraban, yo en su momento se los hice a mis nietos y ahora a mis bisnietos”, comentó.

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De acuerdo con los habitantes más adeptos a la tradición, la explicación para esta costumbre es que los infantes de cero a tres años tienen el don de ver a los difuntos, por ser inocentes. Se cree que, cuando están solos, sobre todo en el mes de noviembre, pueden entablar pláticas o jugar como si estuvieran con alguna persona invisible. “Muchos dicen que los niños suelen ver a las ánimas, por eso no es bueno dejarlos solos. Siempre hay que estar con ellos, nosotros no podemos ver lo que ellos dicen que ven. Son cosas que por años se han contado”, añadió.

A pesar de los tiempos modernos y la disminución de estas creencias entre los pobladores, algunas tradiciones se mantienen vivas en los pueblos del Mayab. Las fiestas de los fieles difuntos se mantienen fuertes y año con año, muchas familias tienen prácticas como la realización de estos amuletos que cuidan a los niños

El 31 de octubre los pequeños deben ya tener este amuleto para que puedan estar bien protegidos. “El 31 llegan las ánimas chicas, después las grandes y todo el mes nos visitan. Si los menores se quitan el pulso, hay que colocarlos de nuevo”, finalizó.