Yucatán

Iglesias de la época de la Colonia en Yucatán presentan graves daños debido a las lluvias, registrando daños en sus estructuras e inundaciones

Más de 20 templos de origen colonial en Yucatán están teniendo severas afectaciones en esta temporada de lluvias y ante la amenaza de huracanes, se evidenció la falta de mantenimiento adecuado y los desgastes que han sufrido con el transcurso del tiempo.

Feligreses y pobladores manifestaron su preocupación, de cara al peligro y la posible pérdida de estos venerables edificios como espacios coloniales, que son parte importante de las comunidades, dado que por su antigüedad se han vuelto emblemas de los pueblos.

La famosa Izamal, pasando por Dzitás, Kantunil, Tekal de Venegas, Tinum y Baca, hasta Chapab y Tekax, en el Sur, son algunas de las muchas iglesias que están siendo afectadas severamente por el fuerte lapso de actividad pluvial. Pobladores de estos municipios señalaron algunas sencillas acciones y una lista de los recintos que han resultado desfavorecidos y con evidentes riesgos en sus infraestructuras.

La falta de mantenimiento ha provocado tragedias, como el derrumbe del campanario del templo de Tekantó / Por Esto!

Se lamentó el estado de la parroquia de la Ciudad Amarilla, cuyos techos del atrio se han visto con filtraciones y en la necesidad de colocar andamios y puntales para sostener la entrada. Sobre esto, el maestro Carlos Manuel Leal Morales comentó: “Definitivamente, hubo un pésimo trabajo de restauración en los techos del atrio del convento de Izamal, que se realizaron hace unos años. Se trata de una localidad con gran importancia histórica y turística, incluso considerado Pueblo Mágico, no puedes tocarla porque siempre interviene el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y está bien, aunque en ocasiones no hay recursos o una gestión adecuada. Por su parte, las autoridades se pasan por el arco del triunfo estos desperfectos, pero bien que promueven la imagen del municipio a nivel mundial”.

En el caso del templo de Santa Inés, de Dzitás, el presbiterio tiene severas filtraciones; incluso, este espacio luce con andamios y los pobladores han creado un fondo económico que busca solucionar el problema que se agrava cada vez más.

En la parroquia de la Purísima Concepción, en Baca, la bóveda de la nave mayor también tiene muchas filtraciones, y ha emperado la situación, dado que el agua no ha cesado esta temporada.

Las estructuras se encuentran con graves daños / Por Esto!

La parroquia de San Juan Bautista, de Tekax, presenta desgastes y desprendimientos en el arco toral, así como escapes en varios puntos de amplio techo de la nave.

En la iglesia de San Pedro Apóstol, en Tekal de Venegas, los fieles lamentan las filtraciones en la bóveda de la capilla del Santísimo, lo que se agrava con el desprendimiento del revoco de los gruesos muros exteriores.

En el caso de la iglesia de San Agustín, de Tekantó, se estima un latente peligro porque el techo del corredor amenaza con desplomarse. Se recuerda con amargura el derrumbe del campanario del antiguo convento franciscano en junio del 2020, a causa de las lluvias de la tormenta tropical Cristóbal.

El presbiterio de la parroquia de Dzitás se sostiene con andamios. / Por Esto!

Asimismo, las precipitaciones han causado estragos en el interior de la iglesia de San Pedro, en el municipio de Chapab de las Flores; en tanto, los huracanes y temporales siempre son una latente amenaza de inundación.

En los templos de los pueblos vecinos de San Bernabé, en Teya, y de San Bartolomé, en Suma, se registran filtraciones en los anexos y, en el caso del primero, el antiguo claustro presenta desgastes en sus techos y muros, que se han corroído paulatinamente.

En las iglesias de San Juan Bautista, en Xocchel, y San Antonio, de Sacalum, los intensos aguaceros han provocado el desgaste de remates y escapes de agua en los muros y anexos. En las mismas condiciones se encuentra la iglesia de San Francisco, en Kantunil.

Una sencilla revisión a estas centenarias construcciones evidencia la situación que experimentan, por lo que la proximidad del huracán Beryl también representa una amenaza para el Patrimonio Cultural de la entidad.

GC