Los festejos por el Día Nacional de la Semilla Nativa se bifurcan en el Oriente del estado, ya que mientras los campesinos expresaron su preocupación por el riesgo de la desaparición del maíz autóctono de Yucatán, el Instituto Tecnológico de Tizimín realizó una ceremonia maya con la presencia de un j’men para bendecir su banco de germoplasma, con el cual realizan proyectos para contribuir al mejoramiento de los granos en la región.
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Los campesinos Juan Canul y Rogelio Dzul coincidieron en que están en riesgo las semillas nativas ante los efectos del cambio climático, el aumento de temperatura global y la alteración en los patrones de precipitación.
“La situación que vive el campo cada vez empeora más, ocasionando bajos rendimientos del cultivo de maíz y pérdidas económicas para los productores”, apuntaron los hombres de campo.
Apuntaron que las variedades nativas de maíz son de suma importancia cultural para la población por los diversos usos y costumbres que se les da, y recordaron que hasta hace 50 años la Ciudad de Reyes era conocida como el granero de la entidad por su enorme producción de maíz que se concentraba en Almacenes Nacionales de Depósito S.A. (Andsa); sin embargo, poco a poco fue decayendo al grado de que hoy en día están en riesgo las semillas.
Rogelio Dzul abundó que varios hombres de campo hacen la milpa de tipo temporal, es decir, sujetos al ciclo de lluvias, las cuales son las más afectadas por el aumento de la temperatura y los cambios en la precipitación, al caer a destiempo y su ausencia genera que se pierdan las cosechas y, por ende, las semillas.
Rafael Luján, otro campesino, dijo que hay un problema más: la privatización de las semillas, donde las instituciones privadas se están apropiando de estas, las desarrollan y las modifican a través de un proceso de selección cerrada y controlada, para patentarlas y monopolizarlas.
Luján dijo que este tema, del que muy pocos saben, también está contribuyendo a la desaparición de las semillas nativas, no sólo del zea mays, sino también de otras que por siglos preservan los campesinos, como el frijol y los ibes, entre otras.
Otras problemáticas que también ponen en riesgo las semillas nativas son la contaminación del suelo por el uso descontrolado de agroquímicos, además de que los granos mejorados o certificados vienen con un paquete tecnológico que implica la compra y aplicación de fertilizantes químicos, plaguicidas y químicos que matan el suelo y provocan problemas de salud para el ser humano.
Ceremonia maya
Por su parte, el ITT realizó una ceremonia maya para bendecir las semillas de maíz que guardan en su banco de germoplasma, bajo el mando del profesor Juan Cruz Campos, con las cuales realizan muchos proyectos para contribuir al mejoramiento del grano de la zona.
A las 7:00 horas, personal de esta escuela y alumnos de la carrera de Agronomía presenciaron una ceremonia maya dirigida por el j’men Santiago Dzib Ku.
El objetivo fue que las generaciones actuales conserven la cultura ancestral, pues de acuerdo con las tradiciones, la primera cosecha es ofrecida a Dios como agradecimiento por haber bendecido la tierra, y esto da más bendición para que las siguientes cosechas sean abundantes.
En la ceremonia no solo se agradeció a Dios, sino también a los seres que cuidan los terrenos donde están las cosechas, los aluxes, que además velan por el bienestar de los agricultores. Por ello, como pago, se les ofrece un atole o pozole preparado, que se coloca en ciertos lugares de la zona donde se trabaja la milpa.
Además del evento, se tendrá un foro de saberes campesinos, en donde se intercambiará conocimiento entre productores de la zona maya y alumnos de la especialidad de Agronomía.
Los productores provendrán de Tizimín, Chemax, Panabá y demás municipios y comisarías cercanas.
El objetivo del foro es hacer del conocimiento de los estudiantes las necesidades del campo, posibles soluciones y la importancia de la conservación de las semillas nativas de maíz.
JGH