La vestimenta típica como el hipil en mujeres y pantalón con guayabera en varones se ha ido perdiendo como uso diario con el transcurso de los años. Los adultos mayores que aún preservan esta prenda lamentan que las nuevas generaciones han buscado nuevas modas para ir sustituyendo esta valiosa pieza ancestral.
En esta ciudad son muy contadas las personas adultas mayores mayahablantes que aún portan este traje con mucho orgullo como una prenda de uso diario, ya que, de acuerdo con abuelitas, se sienten identificadas con su cultura y orígenes, mismas que con el tiempo no han podido sustituirlas.
La ciudadana Mercedes Canul, de 76 años, comentó que toda su vida ha portado el hipil en su vestimenta de uso diario. Explicó que al crecer en una comisaría en la que se mantuvieron firmes las tradiciones y costumbres se rehusó a dejarlo una vez se mudó a la ciudad para continuar con sus planes de vida. “Yo nací y crecí en Ucí, desde niña uso esta ropa y me siento contenta, cómoda y orgullosa; hoy en día es muy contada la gente que lo porta, sobre todo las mujeres”.
La entrevistada señaló que en comparación con los hombres, las mujeres son quienes más se inclinaron a sustituir el terno y buscar lo moderno una vez que la moda entró en la vida de las personas.
Mencionó que a pesar de que no visita con frecuencia su tierra natal, estando en la ciudad ha podido observar todo el cambio que ha surgido con el transcurso de los años. “Hay más hombres que usan la ropa típica que las mujeres, pues somos más vanidosas y tratamos de estar a la moda”, dijo.
Por su parte, la ciudadana Luz Kantún y Can, de 82 años, lamentó que con el transcurso de los años la moda ha ido modificando varios aspectos de la ropa tradicional.
Apuntó que los bordados no son los mismos y modernizarlos le ha cambiado por completo el aspecto a lo antiguo. “Ya ahora vienen ropas tradicionales muy diferentes, el bordado no es lo mismo, lo venden más caro y no se hace de manera artesanal. La gente no se ha dado cuenta de eso”, explicó.
En cuanto a la niñez con esta forma típica de vestir, las entrevistadas señalaron que es muy raro ver a una persona joven andar con la ropa ancestral todos los días, al menos en la ciudad, pero indicaron que en las comisarías aún hay algunas familias que mantienen la tradición de usar el hipil y guayabera, y que luchan para que no desaparezcan.
Las únicas personas en verse con huipiles todos los días son personas adultas mayores que con el tiempo se han sabido mantener firmes en sus creencias y costumbres, ya que consideran que sin ellas no habría identidad en estos tiempos de modernismo.
“Ya estamos grandes, por lo que en unos años más no va a ver gente andando con esta ropa. Los más antiguos son los que seguimos utilizándola porque es parte de nuestra identidad, con la que crecimos”, concluyeron las entrevistadas.