La zona arqueológica El Meco presenta un lento despegue en su afluencia de visitantes, luego de 22 días de su reapertura tras la remodelación y ampliación, trabajos que se prolongaron por casi un año. El costo general para el público es de 75 pesos. Ayer sábado, los visitantes fluían en promedio cada 10 minutos.
La gente realiza sus recorridos en apenas media hora porque, más allá de la zona arqueológica, aún faltan detalles en áreas de servicios construidas a la orilla del mar.
Como parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), El Meco ahora cuenta con una unidad de servicios, área de investigación, campamento y un puente peatonal hacia una franja costera, luego de que, hace más de 34 años no se realizara ninguna remodelación.
Entre los objetivos principales de la remodelación, según el INAH, fue lograr unir la zona arqueológica con la franja costera del Caribe, convirtiéndose así en un destino que combina el interés por el pasado maya de la región con el atractivo de la playa, de cara a Isla Mujeres.
El Meco es una de las 10 zonas arqueológicas de Quintana Roo beneficiadas con el programa Promeza, que contribuye a la puesta en valor de su arquitectura monumental y a la optimización de su visita pública, dada la cercanía con la ruta del Tren Maya. Por ello, se abrirán nuevas áreas de investigación y de visita a este lugar de la costa del Caribe, ubicado a unos pasos de la zona hotelera de Cancún, informó el delegado del INAH en la entidad, Margarito Molina.
También contempla la instalación de mejores servicios: sanitarios, recepción, áreas de descanso, sala de interpretación e infraestructura para la investigación y conservación del sitio. Esto permitirá articular un circuito de visita en el área metropolitana del polo turístico, el cual incluirá los sitios arqueológicos El Rey, San Miguelito y el Museo Maya de Cancún.
El lugar se sitúa a ocho kilómetros al norte de la zona turística de Cancún, sobre la carretera hacia Puerto Juárez e Isla Mujeres. El Meco funcionó como un vital puerto maya entre 600 y 1500 d.C. Desde finales del siglo XIX, investigadores como Augustus y Alice Le Plongeon en 1877, y Teobert Maler en 1891, se interesaron por estudiar el sitio, destacando su estructura más significativa, “El Castillo”. Con 12.5 metros de altura, es la edificación más elevada en la región de la Costa Oriental.
Se presume que El Meco fue un puerto de importancia en el comercio prehispánico con los actuales territorios de Belice, Honduras y Guatemala, lo que atrajo la atención de investigadores como William Holmes, Arnold Channing, Frederick Tabor Frost y Samuel Lothrop a comienzos del siglo XX.