Las autoridades no aflojan sus investigaciones en contra de los sindicatos de taxistas de Quintana Roo; cuatro de éstos enfrentan procesos abiertos, con órdenes de cateo y de aprehensión ejecutadas y otras más en puerta, según los investigadores de la FGE.
Dichas acciones mantienen en incertidumbre a miles de operadores y socios, quienes prefieren marcar su distancia, en tanto los ciudadanos son los más afectados por la disminución de la prestación del servicio y el incierto futuro de estos monopolios, que parecen condenados a desaparecer.
Sin embargo, a pesar de la crisis que enfrentan los sindicatos de Cancún, Tulum, Isla Mujeres y Playa del Carmen, cuatro de los principales destinos turísticos de la entidad, algunos choferes insisten en dar mala imagen hacia los visitantes y usuarios locales, pues han emprendido acciones violentas contra conductores de plataformas como Uber y se han relacionado con la delincuencia organizada.
El reciente cateo, al sindicato “Lázaro Cárdenas del Río”, en Playa del Carmen por la presunta relación de algunos de sus integrantes con actividades ligadas al crimen es una muestra irrefutable de la agonía que existe en el interior de estas agrupaciones y seguramente esos cateos se extenderán al resto de las agrupaciones, incluidas las de Tulum, Isla Mujeres y Chetumal, por las constantes detenciones de taxistas con droga que han sido documentadas, e incluso con decenas de muertes a manos de distintos grupos delictivos, señalan los quintanarroenses.
Los operativos en dos de los sindicatos de taxistas más poderosos, las detenciones de algunos de sus líderes, sumado a los asesinatos de varios operadores a lo largo de los años, agravó su problemática, a la que se suma la incertidumbre en la que viven los 8 mil socios y alrededor de 12 mil “martillos” —solamente de Cancún — por el incierto futuro que hay en ese monopolio condenado a desaparecer, si no se renueva desde sus raíces.
Todo lo que ha sucedido en Cancún, Playa del Carmen y Tulum es una muestra inequívoca de lo turbulento que está el ambiente y del incierto futuro de estas agrupaciones, ya que esa infiltración se extendió al sindicato de Isla Mujeres “Gustavo Díaz Ordaz” desde hace al menos unos cinco años, cuando comenzaron una serie de ejecuciones en la Zona Continental, entre ellas la de su líder Ariel Peniche en 2022, pero así como son víctimas, algunos son presuntos victimarios. En marzo de este año, vincularon a proceso a dos taxistas, por su aparente relación en un homicidio, en Punta Sam, Isla Mujeres, sólo por mencionar algunos hechos.
Pero también en el Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (SUCHAA) de Chetumal “hace aire”. En septiembre se reportó el hallazgo de tres cuerpos encajuelados en un taxi abandonado en la carretera Chetumal-Calderitas. El caso es que la situación de los sindicatos de taxistas de Quintana Roo pasa por su peor momento, es evidente que hay una profunda crisis de credibilidad, los usuarios cada vez más, prefieren solicitar transporte mediante las aplicaciones por las malas prácticas que durante años han tenido los líderes taxistas y porque los propios agremiados han estado más ocupados en agredir a los conductores de Uber o que creen que son de Uber, mientras que sus sindicatos atraviesan la peor crisis de su historia.
La falta de liderazgo real a lo largo de los años ha provocado que el Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo” esté en caída libre, por el cúmulo de errores cometidos. “Desde hace mucho tiempo, perdió la confianza del usuario, se alió con células criminales de tal forma, que se convirtió en un brazo más de la delincuencia y ahora está pagando las consecuencias, tanto, que hasta las autoridades -también muy cuestionadas-, les están dando la espalda en un intento por conseguir la credibilidad ciudadana y para que dicho sindicato se hunda solo y no se lleve a otros presuntos implicados “entre las patas”, advirtieron abogados criminalistas y consideraron que las investigaciones se deben extender a todas las agrupaciones del estado.
Francisco Amaro Betancourt, exdiputado y exdirector de transporte y Vialidad de Cancún, aplaudió que las autoridades investigadoras ya estén tomando decisiones de fondo, pero aclaró que ojalá no sólo se trate de una “llamarada de petate” y se llegue al fondo del asunto.
“Es un momento muy importante para el estado, sobre todo por la forma en la que se han ido desdibujando los sindicatos ante la opinión pública, la inseguridad, la delincuencia organizada, ha provocado una bola de nieve de descalificación le ha hecho daños a los sindicatos, que daña a miles y miles de familias que se ven afectadas por ese descuido y vulnerabilidad de los liderazgos, creo que lo que viene de inmediato serán más sanciones y detenciones, continuar con esa amplia investigación de las autoridades para que se conozca hasta donde llegan los nexos con la delincuencia que han contaminado esas agrupaciones, espero que esos cateos no sólo sean una llamarada de petate o una estrategia para distraer. Otra cosa importante será, que al interior de los sindicatos, hagan campañas para recuperar la confianza de la sociedad y que no se sigan viendo a los taxistas como enemigos o delincuentes…creo que es el momento oportuno para que se le ofrezca a Quintana Roo un servicio de taxis acorde con la importancia de la entidad”.
Los hechos
En agosto de este año, Eliazar S.O. quien fungía como Secretario General del Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV) en Quintana Roo y líder del sindicato de taxistas “Tiburones del Caribe” en Tulum, encabezaba una mega-marcha de taxistas en Cancún, junto con Rubén Carrillo, entonces Secretario de sindicato “Andrés Quintana Roo” en contra de las plataformas digitales y exigiendo irónicamente que se respetara la Ley de Movilidad, en un intento por demostrar el “músculo” taxista y su aparente unión, pero hoy, ese líder estatal enfrenta graves cargos judiciales como el de homicidio calificado y tentativa de homicidio.
Semanas antes de su detención, declaró que el 2025 sería el año de los transportistas, presentó un Proyecto de actualización que contemplaba el cambio de imagen de los taxistas de Quintana Roo, dijo, que se buscaba renovar y profesionalizar no sólo la apariencia, sino también el servicio, con la intención de cambiar la percepción de los taxistas. y vaya cambio que logró, con él bajo proceso penal y con cateos en dos de los sindicatos.
Con el asesinato de José Luis Corral, asesor y mano derecha del otrora dirigente taxista, Rubén Carillo, fue detenido Alfonso “N”, líder interino y a principios de noviembre, personal de la Fiscalía General del Estado (FGE), instrumentaron un aparatoso operativo de cateo en las instalaciones del sindicato de Cancún, acompañados por elementos del Ejército y la Marina Armada de México, donde entre otras cosas, descubrieron lo que llamaron una sala de tortura, armas, drogas.
No es un secreto, que algunos pasaron de ser de trabajadores de volante a integrantes de la delincuencia, que cada vez se fue incrustando más y más en los sindicatos, y su poderío fue brutal durante muchos años, también gracias a muchos aliados políticos por lo que incluso se volvió intocable, en Cancún, ha sido un bastión importante del gobierno y con los años se fue alimentando de poder, hasta convertirse en un verdadero monstruo.
Desde hace unos 15 años, miembros del sindicato han sido señalados de colaborar voluntaria o involuntariamente con la delincuencia organizada, ha habido muchos choferes levantados, otros ejecutados y unos más detenidos como vendedores de drogas o como “halcones” y aún así, los secretarios nunca intentaron hacer una limpia.
En la Zona Hotelera hay diversos testimonios de que algunos taxistas que trabajan para la delincuencia cobran derecho de piso a choferes de Uber de DiDi. “A mí me consta, fui taxista durante muchos años y el 90 por ciento de los que suben a la Zona Hotelera están metidos con el narco y hay de todos, viejos y nuevos, a mí me intentaron convencer los de la maña, pero me negué, me ofrecieron dinero y protección a cambio de trabajar para ellos (venta de drogas), pero me mantuve firme y no accedí, gracias a Dios no me molestaron más”, dijo Juan Carlos B. quien recorrió las calles de Cancún más de dos décadas y ha visto el lento hundimiento del sindicato.
Reveló que muchos taxistas están temerosos porque deben reportarse con las células criminales cada semana y en algunos casos todos los días, por el “cobro de derecho de piso”, solamente por dejarlos trabajar en la Zona Hotelera o en ciertos sitios del centro de la ciudad, pero ese “cobro de piso” también se extendió hacia los repartidores de comida que no pueden subir a la Zona Hotelera si no pagan, pero quienes lo cobran son los propios taxistas, pero a nombre de las mafias.
Aseguraron que los “líderes” han sido víctimas de sus propios errores y el temor de que acabe su monopolio los está hundiendo cada vez más, porque los usuarios desconfían de ellos, el crimen organizado los amedrenta y las plataformas digitales cada vez están ganando más terreno, por lo que no se vislumbra un futuro prometedor para este gremio, que hasta la FGE, que durante años pareció proteger a estos sindicatos, en particular el de Cancún, comenzó una amplia indagatoria que nadie sabe cómo y cuándo concluirá.
Para los expertos en criminalística, lo sucedido en estos sindicatos en las últimas semanas, puede ser un parteaguas de lo que puede venir para estas agrupaciones, para las autoridades y para que de una vez por todas se ponga orden en estos monopolios que tanto daño le han hecho a Quintana Roo.
“Puede ser considerado como un golpe de timón, de que no habrá más impunidad, ya que durante muchos el sindicato se convirtió en un brazo más de la delincuencia y ahora está pagando las consecuencias y esas indagatorias deberán hacerse en todos los sindicatos”.
La violencia de y contra los taxistas en Quintana Roo ha alcanzado ya niveles alarmantes, evidenciando la infiltración del crimen organizado en los distintos sindicatos que han sufrido bajas considerables a lo largo de los años y por si eso no fuera suficiente, dicen los ciudadanos, ahora, algunos “martillos” lejos de comprender lo que está sucediendo, insisten en empañar la imagen de sus sindicatos y de los destinos con sus agresiones contra la competencia, sin importarles que sea en frente de los turistas, cuando lo único que van a conseguir con eso, es darles la puntilla a sus enlodadas agrupaciones.