Ante la denuncia realizada por María Lourdes N., madre de uno de los reos contagiados de tuberculosis, en el interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cancún, los Servicios Estatales de Salud (Sesa) reconocieron que existen internos con este padecimiento desde diciembre del 2023, ya que se trata de un sector vulnerable.
En el caso de María, sólo pide para su familiar que le den la atención adecuada, ya que ha tenido que costear la alimentación que le proporcionan y sigue sin recibir información sobre su estado de salud, por lo que, junto con otros parientes de enfermos dentro del reclusorio, amenaza con hacer una manifestación para que se dé seguimiento a este tema.
Por otra parte, en la demarcación se incrementó en un 12 por ciento los casos de tuberculosis, respecto al año pasado, ya que hasta la semana 28 del 2023 se contabilizaron 257; mientas que en el mismo periodo de este año la cifra es de 288, lo que indica 31 casos más, de acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
El documento también reveló que los hombres son más susceptibles al contagio, ya que del total, 208 son varones y 80 mujeres.
El médico Carlos Arturo Fernández Nava explicó que es una bacteria que se contagia a través de las gotitas de saliva, al estornudar o toser. El receptor puede mantener inactiva la enfermedad por mucho tiempo.
Este padecimiento es de fácil transmisión en espacios con altos índices de aforo o si en el lugar de residencia hay muchas personas, como en el caso de los anexos, casas hogares o penales.
Los más susceptibles a padecerlo son las personas que tienen otros padecimientos, como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) o diabetes, además de los recién nacidos y adultos mayores.
Según los Servicios Estatales de Salud, el esquema de vacunación de tuberculosis en recién nacidos apenas tiene un avance del 19 por ciento; es decir, para el 2024 se tiene una meta de aplicación de 20 mil 224 dosis, de las que sólo se han inyectado 3 mil 970.
El tratamiento dura de tres a nueve meses, con antibióticos, y el paciente debe estar en espacios ventilados, alejado del resto de la familia o compañeros de vivienda, llevar una dieta blanda, alta en proteína, y seguimiento médico hasta que la enfermedad desaparezca.
Los síntomas generales son escalofríos y fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso y de apetito, debilidad, tos de más de tres semanas; tos con sangre y dolor de pecho.
GC