La fuga de agua residual, que inunda una de las principales vialidades, a escasos metros de la escuela primaria “Ermilo Abreu Gómez”, preocupa a los padres de familia por el riesgo de contaminación y que un niño caiga en la coladera y registro, los cuales contienen restos fecales.
Esta problemática se presenta entre los límites del fraccionamiento Paraíso Maya, etapa cinco, y Nuevo In House, sobre la avenida Lago Victoria, donde un registro se mantiene desbordado, que al combinarse con el mal estado de la vía, ocasiona que se formen lagunas de agua contaminada, que permanecen durante semanas, siendo un foco de infección que pone en riesgo a los menores que deben de caminar por ese lugar hacia la escuela de manera cotidiana, explicaron afectados.
Fabiola, vecina, quien tiene a su hijo en el plantel antes mencionado, explicó que de lunes a viernes lo lleva a la escuela y, “en el trayecto debo burlar los charcos, las alcantarillas dañadas y aparte tener que oler ese aroma tan peculiar que deja esta fuga de agua residual, lo que nos molesta, porque llevamos tiempo con el problema. Lo peor es que ya se reportó, pero la empresa responsable no acude”.
David, padre de familia, dijo: “Ahora que salió el sol tenemos la suerte de poder transitar un poco más tranquilos, aunque con el aroma y con el agua acumulada generan un lodo fatal, pero cuando llueve es peor, no se puede ni pasar, ya que el agua tapa las coladeras abiertas, por lo que se colocaron ramas de árboles para poder ubicarlas”.
Otra ama de casa, Fernanda, manifestó su preocupación. “En ocasiones los niños terminan con infecciones estomacales, esto porque por algún motivo terminan teniendo contacto con el agua contaminada, por lo que buscamos la manera de que la empresa se haga responsables, pero hasta la fecha eso no sucede”.
Los vecinos aseguraron que esta problemática fue denunciada, pero les indicaron que deben de esperar, ya que, aunque esté la escuela cerca, es relativamente nueva, por lo que no aparece en los mapas de la concesionaria Aguakan, y debe hacer un reconocimiento para actualizar y realizar la reparación. Sin embargo, ya pasaron seis meses de esa respuesta y a la fecha continúa en riesgo la salud de vecinos y estudiantes.
