
“Debido al crecimiento brutal de la población en el municipio de Benito Juárez, el sistema de urgencias del Hospital General ‘Dr. Jesús Kumate Rodríguez’, se encuentra saturado”, dijo Miguel Ángel García Albarrán, director del nosocomio, al Por Esto!.
La situación es tal que, según declaraciones del personal médico, en un fin de semana se pueden atender fácilmente 60 mil urgencias médicas, tanto en el acceso de ambulancias como en el ambulatorio.
García Albarrán confirmó que la saturación se debe que este centro médico está destinado a atender a los usuarios de 140 centros de salud, así como a las personas que no cuentan con ningún tipo de asistencia médica, debido a que se manejan bajo el sistema de no rechazo a pacientes, por lo cual todos son admitidos.
El titular del nosocomio confirmó que el personal se encuentra redoblando esfuerzos, al grado de doblar turnos de manera continua, pero como es normal existen días que llegan a su máximo esfuerzo, por lo que deben descansar, generando una demora en las atenciones. Pese a esto, se ha trabajado para poder minimizarla.
Mientras tanto, usuarios del sistema de salud externaron al funcionario quejas del personal del nosocomio, entre las que destacan las agresiones de los guardias de seguridad, quienes les prohíben el ingreso a las instalaciones, diciéndoles que tenían que aguardar afuera, a pesar de que existe una sala de espera vacía y con los aires acondicionados encendidos.

Ante tal motivo, representantes de algunos colectivos se presentaron en el lugar y le exigieron al director general que intervenga para buscar una solución, lo que lo obligó a salir de su oficina.
Al inicio de la plática con los implicados, el director negó algunos de los señalamientos, alegando que son prácticas que no van con los ideales del hospital, pero minutos más tarde cambió de opinión cuando, a él mismo le impidieron el paso, pues cuando intentó ingresar por la entrada principal del área de Urgencias, un agente de la seguridad privada se lo prohibió y le dio la espalda por varios minutos, ante la mirada de los medios de comunicación y de familiares de pacientes, quienes aprovecharon para señalarle los hechos de los que habían sido víctimas.
Otro guardia de seguridad se acercó al primero y le dijo que le había prohibido el paso al mismo director del hospital. Hasta entonces, abrió la puerta.
La situación molestó a García Albarrán, quien de inmediato ordenó abrir la sala de espera que estaba vacía, para el uso de los familiares, además aseguró que mientras estos cumplan con el reglamento, está prohibido que el personal de seguridad les niegue el acceso a las áreas comunes, y en caso de hacerlo, se puede denunciar en la dirección del nosocomio.
Durante varios minutos García Albarrán, dedicó el tiempo para escuchar a algunos familiares de los pacientes, mientras giraba instrucciones a la administradora para que notificara a todo el personal de seguridad que labora en el lugar, las indicaciones que acababa de dar, recalcando que ese tipo de acciones no estaban permitidas.