Las últimas lluvias registradas en el sur del estado de Quintana Roo están dejando secuelas importantes para los productores agricultores y ganaderos, toda vez que no sólo los cultivos se encuentran en riesgo por el exceso de agua, sino que también los pastizales de los que es alimentado el ganado; y, en consecuencia, los animales se ven igualmente afectados.
Esta situación preocupa en gran manera a los productores ganaderos, ya que si bien pueden tener acceso a otras fuentes de alimentos para los animales, esto representa un costo mayor que, además, no tenían contemplado como parte de los gastos habituales que forman parte de la crianza del ganado, que, sin duda, se vería reflejado en su economía al incrementar la inversión para la engorda de los animales.
Al respecto, el presidente de la Unión Ganadera Regional (UGR), Sergio Crisanto Morteo, mencionó que los ganaderos han tenido que llevar a los animales a pastar en las zonas altas, pero ya se están acabando los pastizales que se encuentran ahí, debido a que son más reducidas que las zonas bajas, por lo que pronto tendrán que recurrir a otras opciones si las lluvias continúan los próximos días.
Otras de las afectaciones que señaló Crisanto Morteo es el riesgo que se corre de que los animales se pierdan al ser llevados a las zonas altas, porque no son los terrenos donde suelen alimentarse, por lo que no están familiarizados con ellos. Asimismo, también se da el caso de que el ganado se pierda o muera ahogado debido a que no cuentan con la vigilancia de los jinetes para que se mantengan pendientes del rumbo que agarran mientras pastan.
Finalmente, indicó que si las condiciones no mejoran, parte del ganado podría morir por falta de alimento y esto representaría una pérdida importante para el sector ganadero, además de que complicaría el hecho de que los productores vuelvan a meter más animales debido a los costos, pues no sería redituable tras una situación como la presente. Sin embargo, aún está pendiente la evaluación de los daños por las inundaciones.