El mandatario federal Andrés Manuel López Obrador fue enfático: "Mientras yo esté de Presidente, no vamos a permitir que sigan destruyendo nuestro territorio. Sería una aberración que se permitiera seguir destruyendo".
Lo anterior, ante el caso de Calica Playa del Carmen, quien fue señalada de explotación de roca caliza en esta área más allá de lo permitido en su contrato.
Desde Palacio Nacional, AMLO recordó que el Gobierno Federal planteó la compra de los terrenos mediante una carta que hará pública. "Ya vinieron los jueces internacionales, ya vieron la destrucción", expuso.
Detalló que la empresa rechazó la propuesta y empezaron a hacer presiones "hasta ayer que Blinken fue al Congreso y le dijeron que cómo iba a permitir que expropiaramos la propiedad de una empresa estadounidense".
"Esto demuestra el doble discurso, la doble moral. Cómo se aprueban leyes en Estados Unidos, y en otras partes, para cuidar el medio ambiente y se comete estas atrocidades y luego, amenazan de que ya no van a invertir como se tratara de una cuestión legal, cuando lo que están haciendo es violando leyes, destruyendo territorio", expresó el Presidente de México.
Reiteró que se seguirá con lo mismo y "ojalá recapaciten. Está clausurado y no van a poder trabajar, sería el colmo que violaran las disposiciones".
Calica Playa del Carmen
6.500 millones de pesos
El Gobierno de México ofreció la millonaria cantidad para la adquisición de los terrenos, pero aún no hay un acuerdo
Cabe recordar que el Primer Mandatario aseguró que le han vuelto a plantear a Vulcan Materials la posibilidad de adquirir las 2,400 hectáreas que la empresa posee en Playa del Carmen por un monto de 6,500 millones de pesos.
¿Qué pasa con Calica Playa del Carmen?
A través de un video se detalló la huella de la destrucción que dejó esta empresa, lo que se ha sido llamado "El retrato del ecocidio en el Caribe Mexicano", la cual inició en 1986, cuando se entregó el primer permiso para la explotación de roca caliza por debajo del manto freático en un predio de mil 200 hectáreas.
El proyecto fue autorizado sin un plazo de vigencia ni volumen explotación, es decir, fue "un cheque en blanco para extraer material del país".
En 1996 obtuvo un nuevo permiso para explotar la piedra caliza en otros dos predios en mil 251 hectáreas. Y en 2000 se autorizó por 20 años la explotación; sin embargo, se comprobó que abusó de esta, por lo que fue clausurada.
La actividad minera acabó con la diversidad del sitio, al afectar 942 especies: 529 de fauna y 413 de flora, incluidas algunas en peligro de extinción.
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JG