Isla Cerritos es un santuario de aves migratorias donde miles de ejemplares provenientes de diferentes partes de América cada año se dan cita en esta temporada, reveló el guía de turistas Henry Díaz, de la Sociedad Cooperativa Turística Punta Bachul.
En la primavera, enormes parvadas llenan el sitio arqueológico, el cual se ha convertido en un espacio de protección y descanso para los plumíferos.
Se estima que cada período invernal arriba un aproximado de 10 mil pájaros, entre ellos el pelícano blanco de Canadá, pelícano café, cormorán, tijereta, garza tigre, garza garrapatera, grullita, martín pescador e ibis blanco, los cuales utilizan el estero como área de alimentación.
Las poblaciones corresponden básicamente a las familias de los chorlos y los patos, representadas por especies como la cerceta canela, cerceta de alas azules, cerceta de alas verdes, así como el pato golondrino, pinto, boludo chico, bocón y chalcuán.
La concentración de gallaretas igual es notoria, puesto que se calcula que 100 mil de ellas arriban a la Península durante estos meses.
Asimismo, destacan otras aves como la garza cuchara y blanca, la garcita blanca y la paloma de alas blancas, junto con los pelícanos
Se estima que entre los meses de junio a octubre llegarán a la porción Norte de la Península de Yucatán más de 300 mil ejemplares de especies acuáticas migratorias, que emplean como refugios la Reserva Ría Lagartos y la Reserva Estatal de Dzilam de Bravo, incluyendo Isla Cerritos, que sigue siendo un santuario de miles de plumíferos en este período.
La ornitofauna es uno de los atractivos de turistas que gustan de la naturaleza, principalmente originarios de Europa y Japón, quienes se aventuran en sitios aún poco explorados. Díaz explicó que este lugar se ha convertido en un santuario, donde no se permite la perturbación de los animales emplumados.
Puerto maya
El guía de turistas en San Felipe explicó que Isla Cerritos cuenta con vestigios arqueológicos. Las evidencias más remotas que se tienen de ocupación humana en la costa Norte de la península datan del período formativo tardío de 300 a 50 años d.C. Entonces, los asentamientos parecen haber estado restringidos al estero de Ría Lagartos.
El territorio donde ahora se encuentra la Reserva de la Biosfera perteneció al cacicazgo de Ecab, en la época prehispánica posterior a la caída de Mayapán, reconocida como la gran capital peninsular. El territorio yucateco se fragmentó en provincias o cacicazgos autónomos, que frecuentemente tenían conflictos por el control de los recursos más importantes, entre ellos la sal.
El área natural se encuentra en lo que fue la provincia del Chikinchel, una de las más pobladas y ricas de la zona, pues tenía el control de las salinas del estero, de lo que da prueba la existencia de ruinas en Isla Cerritos, donde hay siete pirámides.
La pequeña isla es de 200 metros de diámetro, se localiza a 500 metros de la costa y a cinco kilómetros al Oeste de San Felipe, contiene los restos de un complejo portuario maya, ocupado por tiempo considerable.
Este sitio aparentemente mantenía intercambio de mercancías con el Centro de México, Guatemala y otros puntos de Centroamérica.
Probablemente, su localización estratégica en la boca del estero le permitía controlar el comercio en esta vía náutica, que incluía la sal de la región de Emal-Las Coloradas, una de las mayores productoras de ese mineral de Mesoamérica, actualmente es un santuario de aves.
Para llegar al sitio se ofrecen tours con un costo de mil 200 pesos de una hasta seis personas. El paseo consiste en admirar esta belleza que ofrece la Madre Naturaleza, no está permitido descender de la embarcación y sólo se observa a las aves a cierta distancia para evitar perturbarlas.
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GC