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Gremios de Ticul, más de un siglo de historia en la "Perla del Sur"

Un par de promotores de las festividades anuales realizaron una investigación sobre el origen de los gremios de Ticul y a qué santo van dedicados
Regina Peralta y Marcelino Solís enlistan los gremios y a qué santo van dedicados así como el origen de estas celebraciones
Regina Peralta y Marcelino Solís enlistan los gremios y a qué santo van dedicados así como el origen de estas celebraciones / Amir Mex

Las fiestas gremiales de San Juan, una de las fiestas tradicionales de la Perla del Sur con mucho más de 120 años de antigüedad y que anualmente se caracterizaban por su rebosante recorrido por las calles principales hasta llegar con el Santo Cristo de las Ampollas, Patrono de estas fiestas a la capilla del barrio, para la celebración de la misa, quedaron en esta ocasión, en tenue balbuceo de lo que la celebración fuera y significara para nuestra comunidad.

Caracterizándose hasta ahora por pequeños destellos de lo que hasta hace dos años fueran, atañendo esto los más drásticos a un fenecimiento natural de nuestras tradiciones, ante el cambio generacional, mientras que otros lo resumen en una respuesta natural a los protocolos ante la Pandemia del COVID, aunque también se le adjudicó por parte de otros al “duelo” general, por el fallecimiento de algunos familiares, tanto de organizadores como de participantes.

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Lo cierto es que el estruendo de voladores, por ejemplo, hoy día del gremio de panaderos, sumía a muchos en nostálgicas elucubraciones de añoranza por tiempos mejores, renaciendo la esperanza entre los ticuleños de que el próximo año retornen con renovados bríos estas orgullosas tradiciones ticuleñas.

Al respecto el sr. Luis Uxul uno de los 22 organizadores de estas festividades, comentó que los gremios que se realizan son los siguientes, con sus respectivas fechas, entre las que destacan actualmente, los gremios de: martes 5 de Octubre Gremio de "Niños", miércoles 6 de Octubre Gremio de "Señoritas", jueves 7 de Octubre Gremio de "Señoras", viernes 8 de Octubre Gremio de "Interesados", sábado 9 de Octubre Gremio de "Comerciantes", domingo 10 de Octubre Gremio de "Juvenil Obrero", lunes 11 de Octubre Gremio de la "Unión de Católicos", martes 12 de Octubre Gremio de "Alfareros", Miércoles 13 de Octubre Gremio de "Agricultores", Jueves 14 de Octubre Gremio de "Panaderos", viernes 15 de Octubre, Gremio de "Ferrocarrileros", sábado 16 de Octubre Gremio de “Filarmónicos", domingo 17 de Octubre Gremio de "Campesinos", lunes 18 de Octubre Gremio de "Sombreros", martes 19 de Octubre Gremio de "Vegueros", miércoles 20 de Octubre Gremio de "Ganaderos", jueves 21 de Octubre Gremio de "Zapateros", viernes 22 de Octubre Gremio de "Albañiles", sábado 23 de Octubre Gremio de "Custodios de Cristo", domingo 24 de octubre Gremio de "Mototaxistas y Tricicleteros", lunes 25 de Octubre Gremio de "Carniceros de la Periferia", martes 26 de Octubre Gremio de la "Santa Cruz".

El origen de las celebraciones patronales

Los coloridos estandartes, el sincretismo entre sus rituales y símbolos religiosos, son herencia y patrimonio cultural de los ticuleños, aunque probablemente pocos saben, tal vez, que estas festividades tuvieron su origen en las celebraciones patronales de origen europeo que reunían a familias bajo cofradías y que llegaron a América a través de las costumbres que trajeron los españoles, adaptándose a los usos locales, para convertirse en una celebración muy particular. Siendo desde sus orígenes los gremios sanjuaneros, organizados por voluntarios que trabajan en el mismo oficio o que heredaron estas costumbres de sus antepasados y que realizan anualmente actividades religiosas y sociales en honor al santo patrono.

Resultando la combinación de lo sagrado con las actividades sociales, en festividades muy atractivas, para propios y extraños, que no dudaban en integrarse incluso a la procesión, en la que los integrantes del gremio vestidos con sus mejores galas (antes era obligatoria la guayabera de gala y ternos), portando estandartes así, como la imagen del santo patrono, acompañados de música de charanga y voladores, hasta llegar a la entrada de la iglesia.

Para entrar con el santo y los estandartes que son colocados en el interior de la iglesia y se procede a la celebración de la misa, los rosarios y la adoración con velas, en medio de rezos y arreglos florales. Acostumbrando en esta que todos le cantan “Las Mañanitas” al Santo Cristo de las ampollas desde muy temprano, sin embargo, cada gremio decide sus propias actividades y se preparan con meses de anticipación.

Destacan crónicas antiguas, que en los gremios ticuleños se usaba velas y flores hechas de papel y cera. Velas que hacían los propios pobladores, según aseguran los más longevos al ser una herencia aprendida de los españoles el fabricar velas para uso particular. Destacando desde aquellas épocas como uno de los gremios más populares el de “ganaderos”, donde se acostumbraba dar en las mañanitas atole nuevo con elotes y por la tarde horchata con alguna vianda como tacos o panuchos, etc.

Igualmente, en aquellas lejanas épocas que las mestizas elegían sus flores de acuerdo al color de su vestimenta. Antes no había los juegos pirotécnicos y se acostumbraba subir globos, mientras que, en cuanto al altar, se le trataba de caracterizar de acuerdo al gremio por ejemplo el de campesinos llevaban ramas y frutas representando una parcela o milpa, no había arreglos en otros materiales.

En el de ganaderos desatacaba que llevaban un torito para que niños y jóvenes se divirtieran jugando con él. Culminando durante la noche los festejos sociales, con la tradicional vaquería y la organización de una comida para todos los participantes con platillos como cochinita pibil, relleno negro o relleno blanco. Aunque actualmente se venía optando por antojitos más modernos en algunos casos.

Igualmente destaca en el recuerdo de aquellos fiesteros de antaño, la infaltable presencia de Doña Regina Peralta González, que fuera por mucho tiempo junto con su esposo Don Marcelino Solís, quienes encabezaran las festividades del Barrio de San Juan. Ya que por su alegría y entusiasmo naturales, aunados a la gran estimación que gozaban entre la población, la hizo acreedora desde su juventud para encabezar el tradicional “gremio de señoras”.

Gestión al frente del Gremio de señoras, que halló gran apoyo en la persona de su esposo Dn. Marcelino Solís quien en ese entonces fuera el empresario de las fiestas del barrio de San Juan, festividades en las que el sr. Solís tuviera a su cargo la organización de los gremios de panaderos y Ganaderos en distintas épocas.

Combinándose el entusiasmo y alegría de los esposos de tal forma, que hicieran de las festividades de este barrio las más destacadas en el municipio, épocas que aún perviven en la mente de los ticuleños, que se ufanaban en ese entonces de tener en sus corridas a los mejores toreros de aquellos tiempos y presentar destacados conjuntos para sus bailes incluso de corte internacional.

Siendo recordado de aquel entonces que en la casa del matrimonio Solís Peralta, la febril actividad iniciaba desde meses antes, con el afán de tener todo listo para recibir a decenas de amistades, que incluso venían desde otros puntos de la península a participar en aquellas festividades del Barrio de San Juan. Festividades que aún perduran a través de sus gremios, pero sin el bullicio y alegría de sus corridas y bailes que le dieran renombre al barrio de San Juan.

Teniéndose hasta antes de la Pandemia del Coronavirus, como uno los Gremios más prestigiosos por su convocatoria de gente, el de panaderos, el cual este año cumple 96 años de celebrarse, aunque lamentablemente en esta ocasión como nos comentó el presidente del comité de panaderos, por cuestiones familiares y de salud, lamentablemente no se pudieron organizar, para realizar el gremio tradicional, ya que solamente se realizarían algunas acciones simbólicas y religiosas, pero muy reservadas en comparación con lo que la tradición manifiesta.

Ya que según narraciones de antiguos miembros de la comunidad ticuleña, fue gracias al entusiasmo de los propietarios de varias de las panaderías de la comunidad, para que desde un ya muy lejano 1925, Don Gustavo Chan propietario de la que fuera la afamada panadería “El Toro” en la calle 27 x 22 y 24, junto con Marcelino Solís cuyo nombre de su panadería escapa al recuerdo, pero que se hallaba ubicada en la calle 21 x 16 y 14 de San Juan, iniciaran con la organización de las festividades gremiales.

Siendo que ya para 1950 entrarían al quite José Dolores Puc dueño de “La Favorita” una de las panaderías más conocidas de la ciudad en esa época, al ubicarse primero en la calle 30 entre 23 y 25 y luego mero frente al mercado municipal, quien junto con Juanelino Xix dueño de la panadería “El Triunfo” en la calle 28 x 19, serían los encargados de seguir la tradición hasta 1970.

Siendo ese año, en que debido al desinterés que los dos veteranos panaderos ya tenían sobre el gremio, entraran al quite un entusiasta Manuel Pino “Bali”, propietario en ese entonces de la panadería “El Divino Redentor” de la calle 27 x 18 y 20, que junto con el decidido apoyo de Carlos Várguez de los “Tres Caballeros”, Evelio Bah de “La Bendición de Dios”, Emiliano Bah de “Lo que Dios Disponga” y Diego Pool de “San Antonio de Padua”, luego en años más recientes se agregarían Carlos Puc del “Retorno” y Juan Manuel Bah Santos, quienes harían resurgir el  gremio y pasarían de tener un solo estandarte en aquel 1970 a unos siete ya para 1984, siendo esa época de gratos y alegres recuerdos, para los ticuleños dados los bailes y corridas que se organizaban.

En la actualidad el presidente del gremio de panaderos es desde hace 21 años, Miguel Pino hijo, uno de los herederos de Don Manuel Pino, un hombre que dejó gratos recuerdos a este gremio, como los que el mismo nos narrara hace algunos años al ser entrevistado, destacaando entre sus grandes recuerdos el año de 1975, cuando se celebraron los 50 años del gremio con una misa que presidió el arzobispo Monseñor Castro Ruiz y que luego de un fuerte aguacero, culminara con un gran baile amenizado por los grupos “Los Auténticos” y “El llanto” que fueran de lo mejor de la época. Formando parte de la directiva Felipe Martin, Eduardo Caamal y Luis Pech.

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RC

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