Ciudadanos que dependen del transporte público lo calificaron de “mal en peor”, al considerar que su precio es muy elevado, que las unidades son muy antiguas y que no se da abasto por lo que las esperas son muy largas para dirigirse a sus destinos, pero sobre todo por no contar con servicio vespertino y nocturno por diferentes colonias de la ciudad.
Felicitas Noh Yam, quien esperaba el camión en el paradero del mercado para dirigirse a la colonia La Huayita, señaló: “Hay que tener paciencia, mi casa está muy alejada del Centro y no tengo dinero para pagar un taxi cuyo costo se ha incrementado hasta los 30 a 35 pesos. Aquí en la combi pago nueve pesos. Viene a hacer mis compras en la mañana, ya que desde la tarde ya no hay servicio y no me puedo ir caminando porque resultaría muy cansado e inseguro”, subrayó.
Mientras que María Paulina Pool Uc, quien dijo que esperaba el transporte por más de media hora para dirigirse hasta el periférico de Santa Cruz, expuso que no es posible que sea tan tardado el servicio; “antes había más unidades y se supone que la ciudad está en desarrollo, es un retroceso, pues en cada ruta solo hay una combi”.
Señaló que lo lamentable es que si le surge algo imprevisto por la tarde y requiere ir al Centro, sólo lo podrá hacer pagando un taxi, lo que dañaría gravemente su economía, ya que gana 120 pesos al día para sus alimentos y otros gastos, y el costo de su casa al centro es de 35 a 40 pesos, “y si es de ida y vuelta no me alcanzaría para comer”.
Mientras que María Isabel Uicab, quien también llevaba más de media hora de espera para abordar el colectivo de la ruta de la 52, expuso que este inconveniente le genera un atraso en sus quehaceres. “Si el transporte tiene elevados costos, por lo menos deberían ser mejores sus servicios, ya que muchas unidades se encuentran en deplorables condiciones y son muy antiguas”, expuso.
Victoria Perera mencionó a su vez que muchos taxis están muy viejos, incluso apestan en su interior; “deberían ofrecer un servicio digno si están cobrando tan caro”, aunque destacó que hay algunos, muy pocos, que huelen bien y están impecables, hasta con clima y “esos vale la pena abordarlos”. Señaló que por el precio que cobran, la Dirección de Transporte debería obligar a todas las unidades a estar en las mismas condiciones para brindar un servicio digno.
Hilaria Osorio Castillo y Geidy González Osorio, mientras esperaban por más de una hora el transporte hacia la ex Rancherita, coincidieron en que el precio debiera ser menos caro y el tiempo menos tardado. Además, la falta de servicio por la tarde y la noche obliga a los estudiantes del turno vespertino a caminar para ir a sus casas, exponiéndose a peligros por ser una colonia donde hay mucha inseguridad, o a pagar taxis gastando toda su gastada.
Juanita Hau opinó que sería bueno que ingresen otros transportes a menor precio y mejor servicio para que los actuales tengan competencia, ya que pareciera que no quieren trabajar, pues si circularán por la tarde o noche en las colonias habría gente que los aborde, “la gente no sale porque no pasan”.
A su vez, los sindicatos de taxistas reconocieron que les hace falta organización. En muchas ocasiones los usuarios se han quejado que contactan con los taxistas a través de su servicio de WhatsApp, y a pesar de que les prometen que irán a recogerlos, nunca llegan. El problema es más grave cuando hay un evento grande en la ciudad, un baile, durante la feria o cuando es un día festivo, ahí no se dan abasto.
Los vallisoletanos concluyeron que lo que más afecta a las familias de las periferias es la falta de urbanos y colectivos, pues muchos no se animan a llegar al centro porque no hay transporte económico, ya que no todos tiene capital para pagar el costo de 30 o 35 pesos que cobra un taxi; por lo que exhortaron a las autoridades a que hagan algo al respecto y den pauta a que se cuente con estos servicios sobre todo los sábados y domingos en que los sitios lucen vacíos.
También pusieron de manifiesto que hay taxistas que les cobran de más, sobre todo de noche, ya que ir de una colonia a otra les piden 50 pesos; además de que varios operadores son groseros, agresivos o en su caso morbosos, por lo que también se deben preocupar las agrupaciones por conocer a quien contratan para que no denigren la imagen de este servicio público o en su caso que a estos les apliquen alguna sanción.
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CC