Luego de permanecer cerrada la Casa Ejidal durante dos años y suspenderse las asambleas, el 27 de agosto se llevará a cabo una segunda convocatoria de votación para decidir si se queda el actual comisario Carlos Pech o se elige uno nuevo.
No es la primera vez que se intenta destituir al Comisario, ya que el pasado 5 de febrero un grupo inconforme llevó a cabo las votaciones correspondientes para sustituirlo, pero no fue posible por la falta de 11 votos.
Hace casi dos años la Casa Ejidal de la población cerró sus puertas por un desacuerdo entre los ejidatarios y hoy luce abandonada.
Este conflicto generó que pareciera que no existe una autoridad ejidal, lo que ha dividido al gremio campesino: unos piden la sustitución del actual comisario Carlos Pech y otros desean que permanezca en su lugar. Ambas opiniones han creado confusión al respecto.
Lo que es un hecho es que las compras y ventas de terrenos, programas de apoyo, trámites, entre otras, están detenidas debido a que no se ha llegado a un acuerdo.
Antecedentes de conflicto
La división entre los ejidatarios se generó cuando un grupo pidió que se investigue la aparición de un nombre en el padrón ejidal, una supuesta campechana de nombre Elim Vidal Trueba; mientras que el grupo opositor exigía que el hecho no se investigara.
Ante la problemática que aqueja a los 441 ejidatarios, intervino la Procuraduría Agraria para que se lleven a cabo elecciones para decidir si se mantienen o se remueve al actual Comisario Ejidal.
Entre los pobladores se dice que hay mucha desinformación y molestia al respecto, debido a los constantes engaños que se han dado en los últimos meses. Hasta la fecha no se llega a una solución concreta y ambos grupos viven entre dudas, es decir, se tiran la bola del uno al otro.
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LV