En una cuestionable campaña para heredar el cargo de su padre, en la que el candidato por el Partido Verde, Camilo May Catzín, no ha hecho eventos públicos más que al inicio de la contienda, permanece la especulación de si continuará con los pésimos resultados y permitiendo el comercio ilegal de bebidas alcohólicas, así como la construcción de puntos de venta, los cuales han proliferado en los recientes tres años de administración municipal, causando justificada preocupación entre la población, sobre todo en las amas de casa, quienes señalaron la facilidad que existe en el pueblo de consumir licor a cualquier hora, lo que ha generado un aumento significativo en los casos de violencia, en específico de agresiones físicas y sexuales que surgen en el núcleo familiar.
El abanderado por el Partido Verde, hijo del actual Alcalde, continúa sin manifestarse respecto a qué acciones realizaría para combatir la inseguridad, el gran mercado de productos embriagantes y drogas que se fomenta en los negocios de su padre y su madrastra, propietaria del centro nocturno Las Jícamas, que opera con el consentimiento del Ayuntamiento.
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POR ESTO! pudo confirmar que dicho establecimiento permanece abierto los domingos a altas horas de la noche. Para fingir que el lugar ha cerrado apagan las luces de la entrada y bloquean el acceso principal, sin embargo, mantienen sus operaciones por una puerta ubicada al costado del lugar.
En visita a la localidad, pudimos confirmar la apertura de dos nuevos puntos de venta a las afueras del municipio, cerca de la comisaría Granada, rumbo a Halachó. Ambos, según los vecinos, son propiedad del progenitor del candidato, Camilo May Cauich.
De acuerdo con los lugareños, la razón por la que May Catzín no ha sido activo durante la contienda es porque, se dice, aplicará la coacción y compra del voto, estrategias con las que su padre ha logrado vencer en elecciones anteriores.
Al parecer, el actual Alcalde coordina y administra los recursos de la campaña de su hijo. A ello obedece que su modelo a seguir sea el de pagar por el sufragio de las comunidades y los sectores más necesitados.
La compra del voto es, como suele llamarse hoy en día, a la retención de las credenciales de elector de quienes apoyan a los partidos contrarios, asegurando de esa forma que los oponentes obtengan menos boletas que quien dio dinero por las identificaciones oficiales.
Aunque parezca que dicha entrega de documentación es voluntaria, son conocidas las mañas con las que actúan muchos presidentes municipales, ya que suelen aprovecharse de la pobreza extrema y necesidad que afrontan, en gran medida debido al fomento de las pésimas condiciones promovidas desde la administración edilicia, la cual ha controlado la familia May Catzín en el pueblo desde hace siete períodos.
De todos los candidatos de la coalición de Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo, el único que visita con cierta frecuencia la demarcación es Jorge Carlos Ramírez Marín, quien pugnó por la campaña de Camilo May Catzín, por el mismo partido que a él lo postula. Cabe recordar que Ramírez Marín cobijó políticamente a los May Catzín durante su militancia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) por más de 20 años.
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Aumenta el consumo de alcohol entre los jóvenes
Debido al fácil acceso que existe en los municipios del Estado a las bebidas alcohólicas, junto con sustancias como cristal, cocaína, marihuana y, recientemente, a drogas sintéticas con fentanilo, en Yucatán ha incrementado el porcentaje de jóvenes entre los 14 y los 25 años que consumen estupefacientes, sobre todo en el interior de la Entidad, donde la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSP) tiene mucho menos elementos y las policías municipales por lo general están coludidas con la autoridad local.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2023 (Envipe), Yucatán presenta como principal problema vinculado al crecimiento de conductas antisociales, en primer lugar, el beber alcohol en la calle; en segundo término está el consumo de drogas; en el tercer puesto se encuentran los robos o asaltos frecuentes; en cuarto sitio se posiciona la venta ilegal de licor y, por último, se contempla el comercio de estupefacientes.
Estos resultados los arroja la citada encuesta en el apartado de Atestiguación de Conductas Delictivas o Antisociales. La Envipe se centra en la generación de información relevante para el diseño e implementación de políticas públicas en materia de seguridad y victimización.
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GC