Con el inicio de la veda del pulpo maya, los pescadores de la región comienzan a enfrentar una temporada de incertidumbre económica.
Esta pesquería representa una de las principales fuentes de ingresos de muchas familias dedicadas a la pesca y a ello se sumará la veda de la captura del mero rojo, otra actividad crucial para la economía local.
El pulpo maya es conocido por ser un molusco que, durante su temporada de captura, genera una gran demanda y ganancias.
El pulpo y mero rojo son desde hace años la columna vertebral de la actividad pesquera en Yucatán. Sin embargo, las vedas que limitan su captura también traen consigo una serie de desafíos económicos.
En este contexto, los pescadores de la región se ven obligados a buscar alternativas para generar ingresos, ya que la captura de especies como el carito, la liza o la rubia sigue siendo limitada y menos rentable en comparación con el pulpo y el mero rojo. Esta situación ha llevado a muchos de ellos a explorar otras formas de trabajo y negocio, para suplir las pérdidas económicas derivadas de la veda.
El hombre de mar Alfredo Castilla y su esposa Carmita Chan son un claro ejemplo de cómo las familias de pescadores están adaptándose a estos tiempos difíciles. Emprendieron un negocio de venta de cazón entomatado y pescado frito.
Noticia Destacada
Frente Frío 20 paraliza a más de tres mil embarcaciones en el Litoral Oriente de Yucatán
“Las vedas afectan a los pescadores y sus familias, y eso nos obliga a buscar otras formas de trabajo para ganar dinero”, dijo.
Mientras tanto, otros pescadores de la región también buscan innovar, algunos dedicándose a la venta de productos del mar procesados, otros a la agricultura, al comercio local o como albañiles.
Aunque la situación sigue siendo complicada, la comunidad pesquera de Hunucmá se caracteriza por su resiliencia y capacidad de adaptación frente a los retos que imponen las vedas y las inclemencias del clima.