
La pesca de especies playeras es una de las actividades que realizan los hombres de mar durante la veda del mero, pulpo y langosta, pero es poco rentable, ya que son mínimas las ganancias que obtienen.
Son cerca de 10 embarcaciones las que salen a realizar la captura de escama playera, actividad que en las últimas semanas se ha vuelto complicada, pues muchas de las especies marinas se han alejado de la orilla del mar hacia otros espacios en donde buscar su alimento y siguen su ciclo de vida, lo que afecta al sector pesquero.
Marineros como José Puc, quien es uno de los pocos que se encuentra zarpando para buscar ejemplares como la rubia, canané, robalo, pargo e incluso cazón, menciona que los frentes fríos, a pesar de que no han sido intensos como en meses atrás, sí han paralizado y hecho que estas especies se alejen a las grandes profundidades, haciendo que sus salidas se reporten en quiebra.
Ahora que estamos en Cuaresma, una de las temporadas de alta demanda de la escama por parte de los consumidores, los pescadores señalan que ha sido muy poca la cantidad de kilos que han conseguido para comercializar, y por esta razón podría haber un aumento de precios.
Para poder adquirir algunos kilos de estas especies playeras, quienes realizan la actividad tienen por estrategia salir durante las noches con sus embarcaciones, trasladarse a las aguas frente al puerto, colocar sus redes y ver si hay una oportunidad para poder capturar esos ejemplares que comúnmente salen a la superficie a estas horas en busca de alimento.
Por la baja pesca playera, cada vez se alejan más las esperanzas de los marineros de obtener buenos ingresos económicos, y esperan con impaciencia que termine la veda del mero el 1 de abril próximo para ver si pueden levantarse económicamente.
Actualmente, el 90 por ciento de las embarcaciones están varadas en el puerto de abrigo, unas recibiendo mantenimiento y otras simplemente sujetadas mientras los hombres del mar esperan un tiempo más para regresar al océano por la revancha.