La crisis en el Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán (Hraepy) ha alcanzado niveles alarmantes, revelando una precariedad en la atención médica que pone en grave riesgo a los pacientes más vulnerables. El cierre indefinido del laboratorio médico y las denuncias de uso indebido de recursos han encendido las alarmas tanto en el sector médico como en la opinión pública.
En los últimos días, el director del hospital, Franz Pérez Ancona, y la administradora Rossana Fuentes Suárez han sido citados en la Ciudad de México para rendir cuentas sobre presuntas irregularidades.
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Según una investigación realizada por POR ESTO!, uno de los casos más indignantes es el uso del quirófano del Hraey para atender a María Martín Quintal, suegra de la administradora, quien fue sometida a una cirugía por aneurisma cerebral valorada en más de un millón de pesos. Esta intervención, realizada entre el lapso octubre y diciembre de 2023, no debió haberse llevado a cabo en el hospital, pues la paciente cuenta con seguridad social a través del IMSS. Fuentes internas señalan que este procedimiento se realizó mediante un uso indebido de recursos y privilegios.
Simultáneamente, el cierre del laboratorio médico ha empeorado la situación del hospital, al limitar el acceso a diagnósticos esenciales y aumentar las tasas de mortalidad entre los pacientes hospitalizados y en lista de espera. Estas deficiencias operativas ponen en evidencia la falta de gestión adecuada y la vulneración de los principios fundamentales del Hraepy, que fue creado para atender a quienes no tienen acceso a la seguridad social.
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Indignación
La comunidad médica y la sociedad civil han manifestado su indignación ante una crisis que no sólo señala fallos estructurales, sino también problemas éticos y de liderazgo. Mientras tanto, miles de pacientes permanecen desatendidos, enfrentando una incertidumbre que mina la confianza en el sistema de salud pública.
El Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán, que alguna vez representó una esperanza para los más necesitados, se encuentra en el centro de un escándalo que exige acciones inmediatas, desde una investigación exhaustiva hasta una reestructuración en su dirección. En un momento crítico para la institución, la salud y la vida de miles de personas dependen de respuestas contundentes y soluciones integrales.