Si bien la venta de pan tradicional durante las festividades del Día de Muertos no fueron las que los tahoneros estimaban, al registrarse entre 60 y 70 por ciento por cada mil piezas, los empresarios confían en que las lluvias de la temporada y el fresco les ayude a mejorar sus ingresos en lo que resta del año.
Antonio Medina Balan, presidente de la Unión de Panaderos Campechanos, comentó a Por Esto! que hubo buena respuesta de la gente al acudir a las panaderías de la capital a comprar el producto de la temporada, como el “trenzado”, riñón y el clásico “pan de muerto”; sin embargo, pese a la demanda los ingresos no repuntaron al 100 por ciento como esperaban.
“Los panaderos vendieron bien y estamos muy agradecidos con la gente que compró en los establecimientos locales de los barrios ¡muchas gracias!”, expresó, al recordar que en estas se elabora pan del día, sin conservadores, “eso gusta a los consumidores”.
No obstante, aunque el dirigente de los tahoneros campechanos estimó previo al Día de Muertos que sus ventas repuntarían hasta un 100 por ciento durante esa fecha, en los establecimientos de la ciudad se reportó que rondaron en el 60 por ciento por cada mil piezas demandadas por el cliente.
“Esperábamos lluvias, frente frío para vender más, aunque sí acudió la gente a comprar para la mesa de sus finados. El que más se consumió fue el trenzado, que es uno de los preferidos; también el que le llaman ‘pan de muerto’ o de Pomuch como le dicen nuestros papás”, subrayó.
Dijo que los precios oscilaron entre los 70 y 85 pesos la pieza, dependiendo de la panadería, lo que dejó buenos ingresos para todo el sector.
Por último, Medina Balan señaló que también muchas personas llevaron a las panaderías locales a hornear sus pibipollos, lo que les permitió tener ganancias extras con un costo por pieza desde los 40 hasta los 120 o 150 pesos.
JY
