Derechohabientes del IMSS de Cancún exponen inconformidades sobre el servicio de salud

Abundan las quejas de los derechohabientes en las clínicas del IMSS, que van desde la falta de medicamentos hasta la mala atención que reciben los ciudadanos, incluyendo groserías y faltas de respeto hacia quienes acuden por atención médica. 

En un recorrido realizado por la Clínica 16 IMSS, ubicada en la Avenida Nichupté, se consultó a los derechohabientes sobre su opinión respecto al servicio que ofrece en general el centro de salud. Durante este recorrido, se buscó conocer la percepción de los usuarios sobre la calidad de atención, los servicios ofrecidos y cualquier mejora que consideran necesaria. 

Andrea López, se encuentra mortificada debido a que su esposo necesita atención de un urólogo para tratar su enfermedad. Sin embargo, destaca que no hay especialistas disponibles para abordar este problema, lo que la frustra aún más. Después de visitar las clínicas de COBÁ, posteriormente la Clínica 510 y finalmente el IMSS No. 16, busca desesperadamente una forma de que su esposo reciba la atención médica necesaria, al ver cómo sufre día a día.

"Mi tema es urgencias, si es que se le puede llamar así", expresa Carolina. Comenta que en una ocasión acudió a urgencias de la clínica del IMSS debido a que llegó temblando. Sin embargo, lo único que hicieron fue tomarle los signos vitales, y la atendieron horas después, a pesar de su estado de salud. Le pide a las autoridades que tanto los doctores, enfermeras como el personal en general, tengan una mejor educación en el trato con los pacientes, así como mejorar la sala de urgencias y los medicamentos disponibles.

Leticia expresó su molestia ante las largas horas de espera para ser atendida. Crítica que tener que llegar desde las 3, 4 o incluso 5 de la mañana para obtener un turno y no ser atendida hasta horas de la tarde no es favorable. Además, menciona que en ocasiones no hay medicamentos disponibles para los pacientes, lo que obliga a salir de la bolsa de los mismos, afectando significativamente su economía.

Luis Armando, un trabajador, comparte que acudir a la clínica del IMSS significa perder un día completo de trabajo debido a las largas horas de espera. Además, menciona el gasto extra que conlleva el transporte. También critica la falta de medicamentos y la falta de educación por parte del personal, lo que agrava la situación.

Un caso reciente en el IMSS de la 510,  ilustra esta situación: una joven de 23 años sufrió una fractura en el tobillo, pero la falta de traumatólogos en la ciudad retrasó la cirugía. Esto provocó que la joven desarrollara necrosis, dejando como única opción la amputación parcial de la extremidad, lo que pone en evidencia la mala atención a los ciudadanos.

Las quejas más comunes incluyen malos tratos, diagnósticos tardados o erróneos, y discriminación. Además, la falta de atención y el maltrato son quejas frecuentes, con cinco de cada diez pacientes reportando maltratos. La falta de medicamentos también es un problema persistente.