Los 150 fraccionamientos irregulares reconocidos por la autoridad municipal ponen en crisis sanitaria a este destino, pues carecen de una red y sistema de tratamiento de descargas sanitarias. A eso se le suman los asentamientos humanos en situación precaria existentes, afirmó Antonella Vázquez Cavedon, abogada de la Asociación Defendiendo el Derecho a un Medioambiente Sano (DMAS).
Mencionó que el desbordamiento de aguas negras y la constante carencia de líquido potable, son las principales deudas que han dejado varias administraciones municipales, junto con las desarrolladoras.
La permisividad de las autoridades de los tres niveles de Gobierno, ha originado que este número de fraccionamientos en Cancún enfrente problemas en el sistema de drenaje, en virtud de que los desarrolladores incumplieron con los servicios básicos y la capacidad de carga de las aguas negras.
Entrevistada tras ofrecer una conferencia de prensa en donde dio a conocer los avances en torno al caso del condómino Adamar, en Bahía Soliman, en Tulum, el cual se construyó sin un solo permiso, violentando la Ley Ambiental y la Ley de Asentamientos Humanos, consideró que las irregularidades en estas unidades habitacionales tienen su origen en la corrupción, lo que pone en peligro el manto freático.
Ejemplificó con el caso de la unidad habitacional Urbi Villas del Rey, que por un año ha enfrentado problemas por la falta de drenaje, los cuales tienen su origen en las omisiones de las autoridades al otorgar la constancia de uso de suelo y de terminación de la obra sin contar con los servicios, de hecho, DMAS representó el caso y obtuvieron un amparo y ahora exigen la construcción de una planta de tratamiento de los vertidos negros.
Los habitantes de este fraccionamiento presentaron y ganaron la demanda de amparo ante la omisión de las autoridades que permitieron la comercialización de las 4 mil 500 viviendas sin haber municipalizado el asentamiento, ni contar con una planta de tratamiento de aguas residuales
Mencionó que en total la autoridad ha reconocido que hay 150 fraccionamientos en esas condiciones, lo que demuestra la permisividad, la omisión y la corrupción que rodea la autorización de estas colonias, que enfrentan rezagos en infraestructura urbana; es más, ni siquiera están municipalizadas.
“Lo grave aquí es cómo las autoridades permitieron la venta de ese fraccionamiento y ahora se tiene un grave problema con el sistema de drenaje, ya que están contaminando el manto freático, mientras las familias corren el riesgo de sufrir enfermedades. Es muy grave lo que pasa en materia ambiental en Cancún y en general en Quintana Roo, pues casos similares se registran en otros municipios”, explicó.
Consideró que el hecho de que se permitan construcciones sin cumplir con la ordenanza y que además se comercialicen, revela la corrupción que hay en los tres órdenes de Gobierno, pues los desarrolladores operan con toda impunidad, generando un problema que pone en riesgo el medio ambiente sano.
Dijo que en esta red de omisiones participan tanto la Procuraduría de Protección al Ambiente (Profepa), la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (Capa) y Desarrollo Urbano e incluso Protección Civil, de ahí lo complicado del tema, ya que a la hora de exigir justicia se complica y muchos casos se caen.