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El Frente Campesino en Defensa de la Tierra y la Vida reconoce y valora la decisión de la Semarnat de cerrar la solicitud de Grupo Xcaret para deforestar y cambiar el entorno de 330 hectáreas cercanas a la zona arqueológica de Uxmal, pero se mantendrá vigilante, porque el consorcio turístico no se quedará de brazos cruzados y regresará con nueva ofensiva, advirtió ayer su presidente, Pedro Quijano Uc.
El directivo alertó que ese proyecto, aunque se canceló en un primer intento, se sigue promoviendo en los mercados internacionales, bajo el disfraz de desarrollo, progreso y generación de empleos, “pero esconde graves implicaciones para nuestra tierra y nuestra cultura.
Quijano Uc recordó que, como informamos, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) resolvió el pasado 29 de julio dar por concluido y archivado el procedimiento de evaluación de Impacto Ambiental y de Cambio de Uso de Suelo en Terreno Forestal, solicitado por la empresa Alto Comercializadora y Operadora Turística, S. de RL de CV, en dos terrenos aledaños a la zona arqueológica de Uxmal, cuya propiedad está registrada a nombre de los hijos de Miguel Quintana Pali, director de Grupo Xcaret.
Destacaron que no hay que confiarse del desistimiento en un trámite para construir un megaparque / Por Esto!
“El Frente Campesino en Defensa de la Tierra y la Vida manifiesta su profunda preocupación y rechazo ante la insistencia en la construcción de un megaproyecto turístico en Uxmal, el cual incluirá nueve hoteles y ríos subterráneos a una profundidad de 36 metros. La Semarnat dio por cerrado el expediente, pero sus promotores no se quedarán de brazos cruzados”, indicó.
Añadió que ese proyecto amenaza con alterar irreversiblemente el delicado equilibrio ecológico de la región: “La construcción de infraestructuras tan invasivas, como ríos subterráneos y grandes complejos hoteleros, pone en peligro nuestros recursos hídricos, la flora y fauna locales, y podría ocasionar daños irreparables a nuestro patrimonio cultural y arqueológico. Uxmal no es solo un sitio turístico: es una herencia sagrada de la civilización maya que debemos proteger”, aseguró.
El entrevistado recalcó que los mecanismos de engaño y despojo de tierras de los verdaderos dueños de los ejidos son sistemáticos en Yucatán. Los acaparadores de tierras, siguió, aprovechan la necesidad económica de los campesinos para comprar sus terrenos a precios irrisorios, sólo para revenderlos a extranjeros y grandes corporaciones por diez veces su valor.
Los campesinos aseveraron que no se quedarán de brazos cruzados ante un proyecto de Grupo Xcaret / Por Esto!
“Este ciclo de explotación expulsa a las familias originarias de sus hogares y destruye el futuro de las nuevas generaciones. Es inaceptable que estos terrenos, adquiridos en centavos, vean su valor multiplicado exponencialmente, beneficiando únicamente a los grandes capitales y no a las comunidades que históricamente han sido sus verdaderos dueños”, señaló.
Pedro Quijano explicó que el proceso de despojo es facilitado por complicidad y corrupción entre empresarios, acaparadores, funcionarios y comisariados ejidales, quienes traicionan a sus comunidades para beneficiar a los “inversionistas”: “Exigimos una investigación exhaustiva y la intervención de las autoridades para detener estos abusos y proteger los derechos de los verdaderos dueños de la tierra”.
Reiteró que Grupo Xcaret recibió una negativa de la Semarnat para la realización de su proyecto en Uxmal, pero esa noticia no cambia “la postura crítica y vigilante” del Frente Campesino: “Reconocemos y valoramos las medidas que el Gobierno tomó en beneficio de la población, pero resulta extraño y contradictorio observar la cercanía del actual y el próximo Gobierno con los grupos de poder económico, aquellos a quienes en su momento el Presidente Andrés Manuel López Obrador denominó la “Mafia del Poder”.
“Nos resulta preocupante que, a pesar de los discursos de cambio y justicia social, se sigan privilegiando proyectos que, de no ser detenidos a tiempo, representan un daño a nuestra madre tierra, un despojo y una explotación de nuestras tierras y comunidades. Es en estos claroscuros políticos donde nuestra desconfianza crece”, finalizó Quijano Uc.
GC
