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Escrito por Efraín Valencia
A pesar de que el municipio de Tizimín cuenta con importantes sitios prehispánicos como el de Kulubá, donde recientemente se realizaron importantes descubrimientos, el turismo arqueológico brilla por su ausencia debido a que no hay ciudad maya alguna abierta al público con resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), señaló el promotor turístico Julio César Espinosa.
El representante de Prodetur (Promotores de turismo) dio a conocer que hace más de 35 años que ha buscado la manera de que las autoridades, como el INAH, impulsen el turismo cultural en esta parte del estado, debido a que se cuenta con vasta riqueza de zonas arqueológicas de gran relevancia las cuales permanecen en el olvido dentro de los montes aledaños y otras como Kulubá en donde se han llevado trabajos de rescate, pero que hasta la fecha no se ha abierto al turismo.
El promotor turístico recalcó que se debe realizar la apertura de esta zona arqueológica maya, pues tendría un enorme potencial para generar fuentes de empleo mediante el turismo y por ende mejorar la vida de comunidades cercanas y de la cabecera municipal.
La zona maya es poco visitada por los turistas al carecer la infrestructura necesaria / Por Esto!
Además de los interesantes descubrimientos que se han realizado en los últimos años. Recientes hallazgos revelaron que en la ciudad precolombina de Kulubá se registró una colonización militar por parte de los itzáes, quienes durante el Clásico Terminal pretendieron borrar la memoria histórica del lugar, y como mudos testigos sobrevivieron un par de rostros líticos, los cuales fueron mutilados hace poco más de 10 siglos.
Chichén Itzá se interesó en Kulubá debido a su importante producción de cacao, ya que se ubica en una privilegiada zona con rejolladas, además de que está a tan sólo 50 kilómetros de la costa Norte de Yucatán, por lo que seguramente controlaba una salinera y era un punto importante de comercio.
Por ende, el sitio se convirtió en un enclave Itzá, cuyo dominio duró cerca de dos siglos, motivo por el cual hay evidencia arquitectónica del pueblo conquistador, entre otros vestigios, y como prueba del poderío militar son las esculturas de los rostros de piedra de un par de gobernantes, las cuales tienen 40 centímetros de largo y misma dimensión de ancho, en las que se logran apreciar los tocados en las cabezas y las orejeras.
Los trabajos fueron realizados por el investigador del INAH, Alfredo Barrera Rubio, quien destacó la importancia de la urbe prehispánica, en cuyo apogeo albergó a 20 mil habitantes.
Importantes descubrimientos se han realizado en los últimos años. / Por Esto!
En la temporada de trabajo en Kulubá se laboró en la exploración y excavación del edificio denominado el Palacio de Los Pilares, y en frente de la misma; en la Plaza del Grupo C se encontraron algunas esculturas, unas de ellas representan los rostros de personajes o gobernantes.
A su vez, Julio César Espinosa señaló que desde joven empezó a impulsar el turismo e inició en la promoción de dos importantes zonas arqueológicas, Ek Balam y Kulubá, cuando ambas estaban dentro del monte. Ek Balam fue abierta al turismo y hoy en día ha generado riqueza no sólo a comunidades vecinas sino ha permitido que en Temozón haya una importante derrama económica, a diferencia de Tizimín donde la apertura de Kulubá no se ha podido concretar.
Espinosa señaló: “Lamentablemente, durante varios años he tocado puertas y simplemente me han ignorado; además, he entregado múltiples proyectos donde se resalta los sitios de interés en Tizimín y simplemente han acabado en el archivo o en el basurero”.
Don Julio dijo que ha promocionado sitios de interés en la zona Oriente, como son los puertos de Río Lagartos y San Felipe, pero ahora se centrará a promocionar sitios de interés que forman parte del municipio, entre ellos la zona arqueológica antes citada, el cenote y parroquia de San Francisco en Kikil, museos comunitarios, la parroquia de Los Tres Santos Reyes, de Sucopo y San Román en Chan Cenote, el puerto de El Cuyo y zonas arqueológicas que están en rancherías.
Julio César Espinosa explicó que el municipio tiene una amplia riqueza arqueológica, lo único que falta es que el INAH los rescate para atraer al público y brindar un abanico de oportunidades económicas tanto para las comunidades rurales como la cabecera municipal.
GC
