Pescadores de Yucatán prevén retos en 2025 por el furtivismo, piratería y robos

El sector pesquero espera un 2025 con grandes retos, según manifestaron representantes industriales, cooperativas y hombres de mar, ante los niveles de inseguridad que aumentarán por la temporada de vedas.

De acuerdo con Manuel Sánchez Gonzales, representante industrial pesquero del puerto de Progreso, este 2025 marcará un inicio complicado para todos, primordialmente para aquellos que dependen del mar, debido a que esperan que, con la entrada en vigor de los períodos de veda, las condiciones de inseguridad sean peores en la costa, con el incremento en la pesca furtiva, la piratería y robos a embarcaciones menores.

Así mismo los representantes de cooperativas pesqueras, como Ana María Frías, presidenta de la Unión de Cooperativas pesqueras de la zona Centro, coincidieron en que la situación será complicada, señalando que las pérdidas por los robos de motores y materiales de pesca repercuten directamente en la producción, en donde además del impacto económico que representa el robo en sí, se generan aún más perdidas al no haber un ingreso con el cual puedan intentar de alguna forma recuperar lo perdido.

Mientras tanto don José Escalante, pescador viajero por más de 20 años, señaló que siente temor por las condiciones en que tienen que realizar sus actividades laborales, ya que en cualquier momento pueden ser víctimas de algún robo, siendo sometidos regularmente a punta de golpes, para luego quedar a la deriva en el mar, con la posibilidad de no poder ser encontrados.

Ana María Frías Salazar, comentó que con la entrada de las vedas, principalmente en los meses de febrero y marzo, por el cierre de la pesquería del mero, las condiciones de caza furtiva se verán incrementadas de forma drástica, por lo que comentaron que será responsabilidad de las autoridades tener una mayor vigilancia de las zonas, y exhortaron a todos los hombres de mar a no alentar ni propiciar este tipo de prácticas, debido a que con la depredación de las especies, únicamente se acelera la finalización de las temporadas de captura, al grado de que ya no  se pueda continuar explotando ciertos tipos de ejemplares en la región.